Si la guerra entre Lionel Messi y Josep María Bartomeu, que tiene al FC Barcelona y a sus hinchas como rehenes, parecía estar en una suerte de tregua, aunque de tensa calma a la vez, la salida -aunque con todos los honores- del uruguayo Luis Suárez del plantel de Ronald Koeman, tocó las fibras más íntimas del rosarino, que en Instagram hizo públicas sus palabras de dolor por el adiós del charrúa pero también aprovechó en afinar la dirección de sus dardos con una ruta casi únivoca: la dirigencia Culé (y quién sabe si, de rebote, también no saltaron esquirlas hacia el lado del nuevo técnico holandés).
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En 790 caracteres escritos desde la Ciudad Deportiva Joan Gamper en la previa del entrenamiento de este viernes y acompañado por una fotografía en el vestuario local del Camp Nou, Messi, como en la cancha, se dio el lujo de hacer lo que quiso.
Casi en simultáneo, Suárez viajaba a Madrid para terminar de pulir los últimos asuntos para ser presentado como nuevo refuerzo del Atlético de Diego Simeone.
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¿Tendrá algunos minutos este fin de semana contra Granada? En tanto, Leo y el Barcelona debutarán en Cataluña (por la tercera fecha de LaLiga) frente al Villarreal. Aunque ya nada será igual: la trinchera está alborotada.
Con info de Olé