Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, médicos del Hospital Garrahan realizaron 26 trasplantes de médula ósea. Es un logro sin precedentes, alcanzado en un contexto de emergencia sanitaria y adversidad.
“Al comienzo de la pandemia, y siguiendo recomendaciones internacionales, se pospusieron los trasplantes en pacientes sin riesgo elevado. Pero la prolongación de la cuarentena hizo que algunos pacientes suspendidos inicialmente fueran incluidos en el programa por la progresión o el riesgo de su enfermedad de base”, relata Raquel Staciuk, jefa del Servicio de Médula Ósea.
El año pasado se realizaron 40 intervenciones de este tipo y en este año ya van 26.
Ante esa situación, su equipo trabajó en las intervenciones junto a las áreas de Laboratorio, Farmacia, Kinesiología, Alimentación y Esterilización. Gracias a esos aportes, se pudieron llevar a cabo estos procedimientos que son la “única alternativa de vida para estos niños y niñas”.
Staciuk indicó que los servicios de trasplantes del Garrahan pudieron sostener, en lo que va del año, el principal valor que distingue al hospital: la equidad. "Se trata de hacer llegar al que menos tiene y más necesita una medicina de la más alta complejidad y calidad”, agregó.
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El año pasado se realizaron 40 intervenciones de este tipo y en este año ya van 26. Nueve de ellas realizadas con donantes no relacionados, ocho con donantes familiares, otras ocho fueron autólogos, es decir que el donante y receptor es el mismo paciente, y uno fue un trasplante haploidéntico, o sea un donante no compatible 100 por ciento.
El trasplante de médula ósea se utiliza con fines potencialmente curativos en enfermedades graves de origen hematológico, oncológico, inmunológico y errores congénitos del metabolismo.
Fuente: Con Bienestar