El Programa Bicentenario de Inclusión Educativa es una política pública que, desde hace once años, implementa la Municipalidad de Rafaela. Es para sostener a los jóvenes en el sistema educativo e impedir que abandonen la escolaridad secundaria.
En función de este objetivo, desde la Secretaría de Educación se realizó un acompañamiento a los estudiantes que cursan el primer y segundo año. Esto porque son los momentos en los que se registran mayores dificultades.
Desarrollo del programa
A lo largo del 2020, este programa que tuvo un anclaje territorial en diferentes barrios de la ciudad. Se sostuvo el vínculo y el seguimiento a más de 400 estudiantes, a pesar de las dificultades de la pandemia.
Inclusión Educativa es coordinado por Vanina Ramírez y funciona en cinco centros educativos en los barrios Monseñor Zazpe, Italia, Fátima, Villa Dominga y Malvinas Argentinas. La organización está a cargo de tutores. Además, cuenta con un equipo de 25 docentes de las áreas Lengua, Matemática, Inglés, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.
Estrategias
La pandemia de COVID-19 y las medidas de aislamiento social tendientes a la protección de la población, pusieron al descubierto la desigualdad social, económica y cultural existente. El desigual acceso a las nuevas tecnologías y la virtualidad, como así también el escaso manejo de las mismas, condicionó y limitó el acceso a los materiales de trabajo y a su abordaje. El mayor desafío fue y es sostener el vínculo entre escuela y estudiantes.
Ante este problema, el trabajo de seguimiento que se realizaba de manera presencial tuvo que adaptarse. Se basó en la colaboración constante con las instituciones. Fue la relación establecida durante estos años con las escuelas, lo que permitió el intercambio permanente. También un verdadero trabajo conjunto en las situaciones que así lo demandaron.
Como cada año, los equipos docentes de Inclusión Educativa establecieron comunicación con estudiantes de años anteriores y con un número importante de ingresantes a primer año. Esta vez, el encuentro no se produjo en los Centros educativos, sino que se habilitaron nuevas formas de interacción y tiempos diferentes para cada chico.
El grupo de estudiantes se encontró sin horarios que cumplir y con una rutina alterada en la que se les dificultó organizar sus tiempos de estudio y dedicación a la tarea escolar. Por eso, el rol del equipo docente, ha sido clave en su organización y en el fortalecimiento de su confianza y autonomía.
Propuestas
Entre las estrategias empleadas, se cuentan la división del grupo de estudiantes entre los profesores y el tutor para mantener una comunicación frecuente y garantizar el seguimiento individual, diversificación de estrategias comunicativas (llamadas, fotos, videollamadas, audios, videos, material impreso), acercar el material impreso y retirar las actividades ya resueltas para llevar a la escuela, establecer vínculos solidarios para conseguir dispositivos y/o elementos que los chicos necesitaban (donación de celulares, cargas virtuales, cargadores de pc y celulares) y la detección de situaciones que por su complejidad, requiere un abordaje integral y demanda la articulación con otras instituciones o dependencias, entre muchas otras.