Las autoridades municipales de Rosario admitieron que el número decreciente en la cantidad de contagios que comenzó a evidenciar la ciudad durante las últimas semanas, no sería un indicador necesario para bajar la guardia, principalmente, ante el arribo de una temporada de verano calurosa, que promovería la circulación de más gente en la calle.
De hecho, el intendente Pablo Javkin, aseguró que el Ejecutivo comenzó el diseño de estrategia para lo que podría ser una "segunda ola", a fin de mejorar protocolos y redefinir cuidados en base a la experiencia adquirida.
Entre las medidas, será fundamental mantener los niveles de testeos para que la detección temprana permita identificar la posibilidad de un cambio en el ciclo de evolución del virus lo más rápido posible.
En tanto, el intendente reconoció que el 2021 será un año de readecuación de gastos y partidas para atender las contingencias de la pandemia.
"Las burbujas y el distanciamiento van a ser características del tiempo que viene, además porque es preferible el aire libre a quedarse en casa. Por eso tenemos que tener la mayor cantidad de lugares disponibles para que no haya aglomeración, porque el riesgo que tenemos en esta etapa es el amontonamiento de personas", explicó Javkin a La Mañana Entera, en diálogo con Raúl "Bigote" Acosta.
Transporte
Por otro lado, el mandatario rosarino celebró el reinicio del servicio urbano de pasajeros a partir del domingo, luego que el municipio depositara los haberes para que los choferes pudieran cobrar el 50 por ciento adeudado del mes de octubre y dos cuotas de un decreto presidencial que aún estaban pendientes (4.000 pesos cada una).
"Conseguir la plata para el transporte no va a ser fácil. Uno puede ser austero en los gastos y equilibrar un presupuesto, pero en este caso los números nos superan. El riesgo es que nos quedemos sin transporte urbano en el interior de la Argentina", afirmó.
Durante la semana, Javkin mantuvo conversaciones con sus pares de Salta y Córdoba, quienes expusieron una situación similar para sus ciudades, por lo que coincidieron en la necesidad de aunar fuerzas para visibilizar la gravedad del problema ante Nación.
"Tendremos que ver cómo salir de esta situación donde vamos a un quiebre de las empresas que brindan el servicio. Como intendente, no tengo ilimitada posibilidad de aumentar el financiamiento de las empresas. Tenemos una tarifa parada desde septiembre de 2019 que no podemos aumentar porque implicaría perder los subsidios nacionales. Sin embargo, por más que pongamos un boleto a 80 no subiría nadie", confesó.
Como contrapartida, Javkin detalló los esfuerzos del municipio en aumentar la infraestructura para el uso de bicicletas, que terminará el año con un 50 por ciento más de ciclovías conectadas entre sí. "En las zonas donde se instalaron, se evidenció un cambio en la conducta vehicular, no solo con más bicis, sino también con el respeto de los autos. En el próximo tiempo deberemos apuntar no solo a una readecuación del transporte de pasajeros, sino también, a un cambio en la movilidad íntegra de la ciudad", finalizó.
