En un contexto económico complejo, los locales de indumentaria fueron los más afectados por el cierre definitivo durante la etapa de aislamiento. La pandemia no discriminó a comercios históricos de otros con origen más reciente, mientras no fueron pocos los que debieron reconvertirse ante la caída de sus ventas.
El último relevamiento oficial, indicó que el centro de Rosario registra un 13 por ciento de locales desocupados. Sin embargo, los comerciantes creen que luego de un invierno duro, cuando pase la segunda ola de la mano de la vacuna y una posible vuelta a la "normalidad", volverá a florecer el Casco Histórico de la ciudad.
La respuesta a esta "debacle sin precedentes" en la actividad comercial, hay que buscarla en que las restricciones y el miedo al contagio, "que provocaron cambios culturales que no sabemos en dónde terminarán", indicaron los especialistas.
En la peatonal Córdoba hay cerca de 30 locales desocupados, con una gran concentración entre Maipú y Laprida, con una seguidilla de cierres que preocupa mucho a las autoridades locales.
La etapa de restricciones, la cual sugiere no trasladarse, ha golpeado en gran medida a los comercios del centro, sobre todo a los rubros no esenciales como los de venta de indumentaria.
En tanto, muchos comerciantes pintaron un panorama oscuro, con un pronosticó donde "el Estado deberá hacerse cargo de la situación con subsidios, condenación de deudas o quita de impuestos, de lo contrario, empezarán a caer persianas”.