Un infarto puede manifestarse al sentir presión, opresión o dolor en el pecho o en los brazos, que puede propagarse hacia el cuello, la mandíbula o la espalda, náuseas, indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal, falta de aire, sudor frío, fatiga o aturdimiento o mareos repentinos.
Ahora, en el Reino Unido se realizó el mayor estudio en el mundo que demostró que hacerle un test de bajo costo a partir de una muestra de sangre en pacientes con infartos podría salvar miles de vidas.
El estudio fue realizado por investigadores del Instituto Nacional del Corazón y el Pulmón del Imperial College de Londres, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria. Descubrieron que la medición de los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad -un signo de inflamación- en la sangre de las personas después de un ataque al corazón puede identificar mejor si corren el riesgo de morir en los próximos tres años.
El análisis de sangre ya se utiliza en los hospitales para diagnosticar otras enfermedades. Podría servir para racionalizar el tratamiento de los pacientes tras un presunto infarto. Los que se identifiquen como de alto riesgo de muerte podrían recibir un tratamiento más agresivo y ser vigilados más de cerca, mientras que los que se identifiquen como de bajo riesgo podrían ser dados de alta.
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Actualmente, cuando los médicos creen que una persona ha sufrido un infarto, le hacen un análisis de sangre para detectar la troponina, que es una proteína que se libera en el torrente sanguíneo cuando el corazón está dañado. Ahora, los científicos del Reino Unido han descubierto que medir los niveles de la proteína C-reactiva de alta sensibilidad al mismo tiempo aporta una imagen más detallada para mostrar qué pacientes tienen un riesgo alto o bajo.
El equipo utilizó los datos recopilados por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria, que es una agencia gubernamental del Reino Unido que financia la investigación en materia de salud y asistencia social. Enrolaron a más de 250.000 pacientes que ingresaron en el hospital con sospecha de infarto.
Normalmente, el nivel de la proteína C-reactiva en la sangre es de 2 miligramos por litro o menos, pero descubrieron que una medición ligeramente elevada de 10-15 miligramos por litro en aquellos con una prueba de troponina positiva predecía una probabilidad de muerte superior al 35% tres años después.
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El hallazgo también abre la puerta a un tratamiento más específico para los pacientes con infarto de miocardio que presenten una inflamación potencialmente mortal, tal y como indica una lectura de nivel de proteína C reactiva ligeramente elevada. Los médicos podrían considerar la posibilidad de administrar a estas personas terapias más intensivas.
Consultado por Infobae, Daniel Berrocal, jefe del Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires y presidente de la Sociedad Sudamericana de Cardiología, comentó que “el nivel de proteína C reactiva aumenta cuando hay alguna inflamación en el cuerpo. Entonces, puede usarse para determinar el riesgo de desarrollar una enfermedad de las arterias coronarias que puede producir un infarto. Los niveles de la proteína pueden determinarse con un sencillo análisis de sangre, y los investigadores del Reino Unido han realizado un gran estudio que demuestra que pueden ser útiles como predictores de riesgo. Pero tiene una limitación: aún no está claro cuál es el tratamiento específico a realizar a partir de los resultados. Sin dudas, se necesitarán otros trabajos de investigación sobre tratamientos”.
Fuente: Infobae