Ricardo Machuca, 45, fue imputado por el fiscal Juan Marichal por abusos sexuales reiterados en perjuicio de dos hijastras cuando eran menores de edad (ya no lo son), y por amenazas, este último delito, también contra la madre de éstas.
Las denunciantes habían declarado que Machuca les dijo que las mataría si lo denunciaban, que no iba a tener problemas en matarlas, como ya lo hizo con su padre, hecho por el que efectivamente ya cumplió la condena en la cárcel.
Un dato que dejó en duda la convicción acusatoria, es que el fiscal mandó a detener a una persona sin haber siquiera entrevistado a las denunciantes, de hecho que no las conocía, y las tenía sentadas en la misma sala.
Para darles libertad de hablar, el juez Mauricio Martelossi hizo retirar de la sala al imputado, y las tres supuestas víctimas se retractaron diciendo que se pusieron de acuerdo en denunciarlo luego de que hubo un problema de pareja, por celos.
El fiscal cree que la retractación es parte del círculo de violencia, por lo que avisó que continuará con el caso, y pidió al magistrado que disponga la prisión preventiva para cautelar la investigación, a lo que el Dr. Martelossi no dio lugar. Ordenó la libertad del sospechoso con restricciones de no acercarse a Barrio Virgen de Luján, donde ahora viven las supuestas víctimas, quienes abandonaron el hogar tras denunciar a Machuca. Además, deberá acercarse una vez por semana a firmar su comparencia en la comisaría del puerto.
Machuca -ya imputado- seguirá viviendo en su casa del puerto, donde había sido detenido por personal de la Oficina de Trata de Personas, de la Agencia de Investigación Criminal, el viernes 11 de marzo de 2022.