Entre algarabías y cánticos, el por aquel entonces flamante gobernador, Omar Perotti, durante su acto de asunción se comprometió a realizar una auditoría general para desnudar la situación real de la provincia en materia financiera.
Luego de una transición en extremo larga, entre un gobierno que dejaba doce años de mandato ininterrumpido, frente a otro llegaba de la mano de un triunfo a nivel nacional, ella solo sirvió para desnudar mezquinos intereses políticos y muy poca información. Tal vez para ocultar la realidad de una situación muy complicada.
A poco de tomar las riendas del Ejecutivo, el oficialismo denunció una deuda heredada de 22 mil millones de pesos. El tenor de la acusación, sin embargo, no se condijo con su explicación. La nueva gestión nunca terminó por informar en qué estado recibió el gobierno y la sociedad escuchó, siempre, dos campanas antagónicas.
Las arcas mermadas que tomó el Justicialismo difieren ampliamente de aquellas que entregó el último gobierno peronista durante la gestión de Jorge Obeid. En aquel entonces, se traspasó un Estado con un superávit de 1.600 millones de pesos, lo que hoy equivaldría, casi, a unos 20 mil millones, además de las obras en marchas y con el dinero depositado para cumplir con sus certificados.
En el 2007, el mandato de Hermes Binner comenzó con una caja provincial que le permitió implementar importantes políticas de gobierno pero que fue “enflaqueciéndose” con el correr de las subsiguientes gestiones.
La situación deficitaria que posee actualmente Santa Fe fue denunciada pero no explicada. Al 30 de noviembre del 2019 el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO) contaba con unos 15 mil millones de pesos. Sin embargo, tras la asunción del nuevo gobernador, se declaró que éste contaba, tan solo, con unos 700 millones.
La derrota del Socialismo en los comicios no solo significó un vaciamiento en las arcas del Estado, sino también el fin del pago a proveedores. Actualmente las obras públicas se encuentran prácticamente paralizadas debido a la gran deuda que se mantiene con muchas empresas contratistas. Algunas denuncian 8 meses de retraso. Otras adjudicadas pero sin imputación presupuestaria.
Días atrás, la ministra de Infraestructura, Silvina Frana, contó a Cadena Oh! que la deuda heredada en su cartera alcanza los 4.500 millones.
Comunicar, esa es la cuestión
La gestión de Omar Perotti ha generado un sin números de hechos políticos no reflejados en tiempo y forma en la web oficial, principal herramienta de difusión durante el “periodo socialista”. Un ejemplo claro sobre la falta de reflejos fue la tardía explicación de la partida de José Luis Milessi a pesar de contar con un vocero para este tipo de situaciones. Las habladurías sobre el porqué del alejamiento del funcionario provocaron un sin número de versiones, las cuales intentaron erosionar al gobierno.