George Floyd, el afroestadounidense asesinado a manos de un policía blanco fue honrado anoche en una iglesia de Houston, Estados Unidos.
Varios hombres con traje y barbijos negros ingresaron el féretro dorado con los restos mortales a una iglesia de Houston, Texas para una ceremonia con unos 500 asistentes, por estricta invitación de la familia.
Floyd murió el 25 de mayo pasado en Minneapolis, Minnesota, durante una brutal detención, tras llamar a gritos a su madre mientras un policía blanco lo asfixió clavando su rodilla en su cuello.
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El duelo en Houston, con una multitud a las afueras del templo
“Duele mucho”, dijo Philonise, hermano de Floyd, sin poder contener las lágrimas en la puerta de la iglesia.
Mientras transportaron el ataúd al interior del templo, agentes de la Policía de Houston formaron un pasillo y rindieron honores a Floyd.
Parientes y amigos vestidos de blanco, líderes comunitarios, políticos locales, legisladores federales y referentes negros participaron de este último funeral, entre rezos, elegías y canciones que recordaron a Floyd y reclamaron justicia y un cambio en Estados Unidos para acabar con el racismo.
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Dos retratos de Floyd pintado con alas de ángel y con un halo de santidad sobre su gorra flaquearon el féretro, situado sobre el altar, desde donde expresaron sus mensajes de solidaridad los sucesivos oradores.
En tanto, a las afueras del templo, numerosos vecinos se congregaron para expresar su “dolor” e “indignación” por la pérdida de Floyd.
Tras el servicio religioso, pagado íntegramente por el boxeador estadounidense Floyd Mayweather, llevaron el cuerpo de George al cementerio de Pearland, cerca de Houston, en un carruaje tirado por caballos y sepultado junto a los restos de su madre.
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Cientos de protestas en todo el mundo
La muerte de Floyd desató protestas en Estados Unidos y en todo el mundo, que pusieron el foco sobre el tratamiento que reciben los afroestadounidenses y otras minorías por parte de la policía y el sistema judicial.
Durante 14 noches, cientos de miles de personas protestaron en Estados Unidos por su muerte y, en muchas ciudades, la policía los enfrentó con una cruenta represión.
La violencia alrededor de las protestas amaino en la mayoría del país, pero los manifestantes prometieron continuar el pulso en las calles y las presiones a los políticos hasta que las autoridades lidien con el racismo.
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Por el momento, este movimiento de protesta ya consiguió cambios y promesas de cambios en Minneapolis y Nueva York, y sanciones para policías en muchas más ciudades.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIA TÉLAM
