En los últimos tres meses, en la provincia de Salta deforestaron 3.000 hectáreas de bosques nativos. La denuncia la realizó la organización ambientalista Greenpeace, que puso el foco de responsabilidad en el gobernador Gustavo Sáenz “por la ausencia total de controles y sanciones”.
El avance de estas prácticas extractivistas en plena pandemia, reforzó la idea de la ausencia de control estatal sobre estas maniobras asociadas a la expansión de la frontera agropecuaria.
Leer también: Greenpeace denunció brutal desmonte durante la cuarentena en Argentina
El monitoreo de deforestación en el norte de Argentina, reveló que entre el 15 de marzo y el 15 de junio en Salta se deforestaron 2.902 hectáreas.
“El gobernador Sáenz mira para otro lado mientras siguen los desmontes. Resulta evidente la complicidad del gobierno salteño, ya que no realizan controles, no sancionan, ni denuncian a los productores agropecuarios que arrasan bosques nativos a pesar de la cuarentena”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
Leer también: Greenpeace se sumó al pedido de la no instalación de la antena en barrio Centro
En este sentido, Greenpeace impulsó una petición para que los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz, Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Chaco, Jorge Capitanich y Formosa, Gildo Insfrán, declaren la emergencia forestal y prohíban los desmontes.