La Cámara de Inmobiliarias Rurales afirmaron que la baja en los valores de la tierra para compra alcanzó una disminución del 20 por ciento. Además, se reconoció un fuerte deterioro de la actividad económica en general y una "severa caída de la expectativa a futuro”, expresaron desde el sector.
“Ante un gobierno que empezaba a dar los primeros pasos de su gestión irrumpió la pandemia del COVID 19, generando un escenario inédito a nivel mundial que también involucró a la Argentina e instaló un panorama de creciente desconcierto y, con el correr del tiempo, un fuerte deterioro de la actividad económica en general y severa caída de la expectativa a futuro”, expresó la Cámara a través de un comunicado.
Respecto del mercado de arrendamientos, los contratos agrícolas se han renovado con demanda alta y valores estables. “Continúa firme la demanda de alquileres para el segmento ganadero. El hecho que estas operaciones se realicen en pesos consolida esta tendencia”, manifestaron en el comunicado.
El primer semestre del 2020 finaliza con muy pocas operaciones que se han podido concretar exitosamente, la amplia mayoría de ellas por debajo de los 3 millones de dólares estadounidenses y sobrarían los dedos de una mano para contabilizar operaciones por encima de los 5 millones de dólares. De hecho, una importante proporción de los miembros de la cámara no han logrado concretar ninguna operación de compra venta inmobiliaria en esta primera mitad del año.
“En tanto en los últimos 30 a 45 días se ha comenzado a registrar una mayor actividad en el mercado, con incremento de consultas, algunas recorridas a los campos y, en ciertos casos, con ofertas agresivas que finalmente no prosperaron. La baja en los valores de la tierra para compra ya se ha instalado en el mercado y, dependiendo de muchas particularidades está, en general, en un rango del 15 - 20 por ciento debajo del precio pedido”.
Por otra parte, la actividad agropecuaria se sigue desarrollando con relativa firmeza, y es uno de los pocos sectores fuertemente activos en las actuales circunstancias, generando divisas genuinas.
Sin embargo, los últimos años “han sido muy complicados para la actividad inmobiliaria rural, en el segmento de la compraventa fundamentalmente. Así y todo, se pudieron concretar operaciones. Aunque nadie pudo imaginar un escenario como el que nos encontramos hoy en día, donde la incertidumbre es el rasgo que caracteriza por sobre cualquier otro factor el acontecer de nuestras vidas y la actividad económica en general”.
Según manifestaron, el mundo está viviendo un replanteo de paradigmas que pueden derivar en nuevas dinámicas de los mercados, cuestión aún por decantarse y que, en una actividad como la inmobiliaria rural, tardarían aúna más en asentarse, dada su histórica evolución de reacción lenta a los cambios.
“Desde la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales seguiremos afrontando el compromiso de facilitar la formación e información para nuestros asociados a fin de promover y mejorar el desarrollo de nuestra profesión. Ante un escenario tan complejo como el que nos toca vivir, cobra mayor importancia el seguir construyendo y fortaleciendo redes de contactos para una operatoria más eficiente”, finalizaron.