A una semana del hallazgo sin vida de Julieta Del Pino, la joven de 19 años estrangulada y enterrada en el patio de Cristian Romero, un compañero de trabajo de uno de los hermanos de la víctima, el pueblo de Beravebú marchó en reclamo de Justicia.
Organizada por el grupo de Mujeres Autoconvocadas, la movilización partió desde la plaza San Martín hasta el Club Deportivo Beravebú, último lugar donde Julieta fue vista con vida. Posteriormente, retornaron a la plaza, donde se realizó un acto formal.
Fabiana, madre de la joven, insistió en el pedido de justicia por su hija y apuntó contra el principal sospechoso del homicidio, sobre quien, los fiscales, pedirán prisión perpetua cuando el caso vaya a juicio.
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Alrededor de 500 personas oriundas de Los Quirquinchos, Chañar Ladeado, Godeken, Cañada del Ucle, Cafferata y de Beravebú marcharon con carteles e hicieron sonar sus palmas a modo de reclamo.
Días atrás, Romero fue imputado por “homicidio calificado por dos circunstancias: por el vínculo, en virtud de que si bien no tenía una relación formal, sí tiempo atrás tuvo una relación sentimental esporádica” con la víctima. “Tras lo cual, y esta es una circunstancia agravante, Julieta le bloqueó el celular y luego se lo desbloqueó dos días antes del crimen”, remarcó el fiscal Matías Merlo.
“El otro agravante es por el contexto de violencia de género, es decir por femicidio, lo que tiene repercusión en el pedido de la pena, que es de prisión perpetua”. También citó como elementos para pedir su prisión preventiva el hecho que el acusado “intentó entorpecer la investigación, al sacarle elementos personales a Julieta, el trágico hecho de enterrar el cuerpo en el patio una vez fallecida y el daño ocasionado”.