La embarcación partió del puerto de Buenos Aires el pasado 3 de marzo, cuando la progresión del coronavirus aún no había puesto en alarma al mundo. Luego de una recorrida por la costa brasilera, el crucero de Costa Pacífica en el que viajan 1.600 argentinos, no pudo atracar en Santa Cruz de Tenerife porque el gobierno español había decidido cerrar las fronteras. Fue entonces cuando se les notificó que el destino final del viaje sería Marsella.
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Sin embargo, solo pudieron descender de la embarcación los ciudadanos y residentes galos. Al resto de los pasajeros se les informó que tienen previsto dirigirlos hasta la ciudad italiana de Génova, en el norte del país, una de las zonas más afectadas por la pandemia de coronavirus.
Según relatan los pasajeros, anoche, hubo escenas de violencia y amenazas de que los privarán de agua, luz y alimentos en el caso de que se nieguen a descender de la embarcación.
Con información de Rosario3.