Decenas de personas se hicieron presentes para darle el último adiós al pastor José María Silvestri, fallecido a causa de COVID-19 este miércoles. Los feligreses se congregaron de forma espontánea en Oroño y 27 de Febrero, en el templo de la Iglesia Evangélica Misionera Argentina. La fila se extendía por varios metros para ingresar al amplio templo vecino al Parque de la Independencia.
“Hacemos ingresar diez personas. Pasan un ratito, están adelante, siguen y hacemos entrar a otras. El alcohol en gel se pone dos veces, cuando están en la fila y cuando entran, tenemos para limpiarnos los pies. Ha sido todo con permiso, autorizado como corresponde hasta el mediodía y después será trasladado”, precisó el pastor Rolando Ceresetti.
"Hay mucha gente, pero estamos aplicando todos los protocolos que corresponden, con distanciamiento, barbijos y alcohol en gel. Todo esto ha sido autorizado hasta el mediodía", recalcaron los organizadores del funeral.
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Pasadas las nueve de la mañana, la viuda de Silvestri salió a la calle para hablarles a quienes esperaban en la puerta, a metros del cruce con Bulevar 27 de Febrero. “Él era un gigante y aún en sus ultimos momentos siguió predicando. Como sus hijos, tenemos que seguir sus pasos”, expresó Mabel mientras un grupo de colaboradores intentaba mantener la distancia.
"Aún estando en terapia intensiva el seguía bendiciendo, dio hasta su última gota. Les aseguro que fue un gigante", destacó la pastora.