La designada embajadora argentina en Rusia, Alicia Castro, anunció hoy la renuncia a su postulación para ese cargo, en desacuerdo con la "actual política de relaciones exteriores", luego de que ayer el Gobierno argentino diera un voto de respaldo al informe presentado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
"Quiero agradecer al Gobierno nacional, en especial a nuestra vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por haberme honrado con la designación como embajadora en la Federación Rusa", dijo Castro, en una extensa carta.
En el texto, la exdiputada anunció: "Hoy quiero presentar mi renuncia como embajadora, porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores".
No obstante, aclaró que no se irá del Frente de Todos, al que "el kirchnerismo aportó tanta energía, tantos esfuerzos y la mayoría de los votos".
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La decisión de Castro se conoció luego de que ayer el Gobierno argentino brindara un voto de respaldo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU al informe presentado por Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y volviera a condenar los bloqueos y las sanciones económicas impuestas al país gobernado por Nicolás Maduro, que "agreden especialmente al pueblo venezolano".
Para Castro, "el voto de Argentina acompañando la Resolución del Grupo de Lima constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de (Mauricio) Macri".
"De hecho, el Grupo de Lima fue creado durante la restauración neoliberal por un grupo de gobiernos de extrema derecha, alentados y financiados por los Estados Unidos con dos objetivos explícitos: Promover un «Cambio de Régimen» en Venezuela -con idéntica matriz de los operados por EE.UU. en Oriente Medio- y desarticular el bloque regional", argumentó Castro.
La votación de ayer formó parte de la sesión regular número 45 del Comité de Derechos Humanos de la ONU, y contó con 22 votos favorables, 22 abstenciones y 3 votos en contra (Eritrea, Filipinas, y la propia Venezuela).
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En la carta, Castro señaló: "En un frente (político), no todos pensamos igual. Sabemos que hay entre nosotros dirigentes que siempre estuvieron opuestos al socialismo venezolano -sin haber pisado nunca Venezuela- y hasta alguno que celebró la proclamación de (Juan) Guaidó" como "presiente interino" de Venezuela.
"Pero confiamos en que, independientemente de las preferencias, el Gobierno del Frente de Todos iba respetar los principios rectores de No Intervención en los asuntos internos de otros estados, Resolución Pacífica de las Controversias, y el principio consagrado de Igualdad Jurídica de los Estados", agregó en el texto.
Asimismo, Alicia Castro rechazó que la resolución de ayer, "además de condenar enérgicamente a Venezuela, en consonancia con las expresiones de la oposición, promueve la franca injerencia en los asuntos internos, y decide prorrogar por dos años el mandato de una «Misión Internacional Independiente" que constituyeron tres personas sin representación alguna".
"La falta de rigor de los argumentos expuestos en esta Resolución, solo apuntan a demonizar a la República Bolivariana de Venezuela, sus autoridades legítimas y su pueblo, que resisten heroicamente el asedio de los Estados Unidos de América y sus aliados", opinó Castro y añadió que la Argentina "podría haber optado por abstenerse, en todo caso, si no quería comprometerse con ninguna de las dos Resoluciones".
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"En cambio, -continuó- votó con los países europeos que reconocen al autoproclamado (Juan) Guaidó como presidente sin un voto, modalidad que pone en riesgo a las democracias de América Latina. Votó junto al Reino Unido, cuando Venezuela ha sido aliada constante y ejemplar de la República Argentina en nuestra lucha por la soberanía en las Islas Malvinas".
Argentina "ayer votó junto al grupo de países latinoamericanos que han seguido a pie juntillas las instrucciones de los Estados Unidos para demoler a Venezuela. Argentina votó con (Jair) Bolsonaro, con (Sebastián) Piñera, con la golpista (Jeanine) Añez, con Lenin Moreno y los habilitó a ellos como voceros de los Derechos Humanos", concluyó.