El domingo causó sorpresa la aparición de gran cantidad de peces muertos en la laguna Juan de Garay de Santo Tomé (ex laguna Bedetti). Este lugar es considerado un Área Natural Protegida (ANP) para el resguardo de la flora y la fauna autóctona. A causa de la bajante, la laguna quedó desconectada de las cuencas del río Salado y la desembocadura del río Coronda.
"Siempre a la mortandad de peces se la atribuye a un déficit de oxígeno. Esto ocurre en diferentes épocas del año, en invierno por el frío excesivo o en verano por las altas temperaturas, y ahora se suma otro factor que puede influir que es la bajante extrema", detalló Luis Espinola, doctor en Ciencias Ambientales e investigador adjunto del Conicet (Inali-UNL) en el laboratorio de hidroecología.
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El investigador expresó que "en esta bajante extrema se puede dar que el nivel de oxígeno haya bajado muchísimo y el nivel de estrés en un ambiente de confinamiento es muy importante y genera esta mortandad, ya que puede darse la competencia entre especies depredador-presa".
Otro de los factores que habrían influido son los deshechos que llegan a la laguna por los desagües. Además, "El agua color verde azulado puede ser cianobacterias que suelen generar sustancias tóxicas, que se les llama floraciones algales. Las algas generan ciertas concentraciones de toxinas que pueden matar a los peces y si no los mata puede intoxicar a quien coma esos peces", comentaron desde el Conicet.