En el último tiempo surgieron varios mitos en torno a las vacunas que se fabrican para combatir el COVID-19. El mundo científico no solo lucha contra el virus, sino también contra la desinformación.
"El funcionamiento de las redes generó un nuevo e interesante mecanismo de convencimiento. Terminan inoculando en las cabezas de la personas una serie de argumentos y nadie está exento. Eso es lo que ha pasado con colegas o periodistas en relación a la aplicación de la vacuna para el COVID-19. Son víctimas del sistema", enfatizó el biólogo Raúl Montenegro en el programa "Se presume inocente" que conduce Ricardo Serruya por Cadena OH!
En este sentido, el especialista aclaró que el virus es natural. "No fue construido por ningún laboratorio. Salió, posiblemente, de un murciélago que tiene más del 96 por ciento de la homogeneidad genética con el virus", sostuvo.
Asimismo, dijo que la vacuna es una tecnología probada, "con muchísima buena ciencia detrás. Es una tecnología muy útil para salvar la vida de las personas. Las millones de vidas que salvó sería tonto negarlo".
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En consonancia, mencionó que "debe quedar en claro es que las vacunas no inmunizan. Lo que hacen las vacunas es colocar un pedacito de virus dentro de las personas y cada persona dentro del organismo fabrica el sistema inmune. Es darnos un elemento para que trabaje nuestro organismo. Por primera vez, todo el desarrollo de vacunas está más controlado que nunca. Hay tantas luces sobre los procesos de ensayos, que ninguna investigación en la historia de la humanidad ha tenido semejante fiscalización".
Por otra parte, en relación a la inmunidad de rebaño o manada, Montenegro subrayó que "técnicamente no es ningún mecanismo para que haya una población mas resistente. Es exactamente lo contrario. Hace pocos días, una publicación de una revista del Reino Unido reconocida a nivel internacional sacó un documento firmado por 7 mil investigadores, en donde dicen que es absurdo insistir en el tema del rebaño. Si se dejara que la humanidad viva sin intervención de ningún tipo frente el virus, se calcula que moriría el 1 por ciento de la población total (77 millones de personas)".
El biólogo recalcó que los mitos que se están dando, y mucha gente sigue, "lamentablemente, ya no es anecdótico, sino que pasó a ser peligroso porque conspiran contra el resto de la humanidad".
"El análisis que se hace es: ¿Cuántas personas salvan las vacunas? y ¿Cuántas se ven afectadas? La desproporción es cuantiosa. Nadie busca que haya efectos negativos, sino que son parte del proceso", concluyó Montenegro.
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