Según la entidad, esta situación "está provocando demoras en la producción, incumplimiento de entregas, imposibilidad de ventas y empeoramiento de la situación financiera de la empresa". A su vez, CAME analizó este panorama y describió que existen "problemas que no son nuevos pero se profundizaron".
Uno de ellos, son las expectativas de devaluación, según explicaron que "lleva a que los grandes formadores de precios no vendan los insumos y materias primas especulando con un aumento del dólar, o que los vendan a un dólar más caros al oficial, o que solo lo hagan a las empresas más grandes. También están pidiendo pagos por anticipado de contado en dólares y tardando hasta dos meses en entregar".
Por otro lado,se menciona los controles a las importaciones en insumos que el país no fabrica o su fabricación es insuficiente y son necesarios para completar el proceso productivo. Y en tercera posición, CAME asegura que "las deudas con proveedores de muchos empresarios e incluso instituciones públicas como los hospitales, que les impide el abastecimiento".
Al 68,2% de las empresas afectadas, el principal impacto se refleja en sus ventas, porque no pueden cumplir con los tiempos, no pueden cotizar, o no tienen productos para vender. En detalle, el impacto se divide en: al 32,1% de los afectados no le permite cumplir con los tiempos de entrega, el 21,8% no puede programar pedidos, el 14,3% no le permite realizar ventas porque no pueden fabricar el producto y el 17,1% dice que se les está deteriorando su situación financiera.
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Los insumos con más problema para conseguir son la chapa, aluminio, hierro, polietileno, polipropileno, acero, cemento, tela, papel, plástico, cuero, y, todos los productos derivados de esos insumos, informó Ámbito.