Hay muchos lugares encantadores que se presentan con buenas propuestas gastronómicas y hoteleras para escapadas cortas y accesibles.
Si lo que se busca es una escapada en auto de dos o tres días, estos cinco lugares no fallan. En contacto con la naturaleza, estas propuestas invitan a todos al relax, el buen comer y a conectarse con sitios de mucha paz.
- San Pedro
Disfrutar de sus barrancas, recorrer las calles de su casco histórico y navegar por las aguas del río Paraná son algunas de las actividades a las que invita San Pedro.
En el centro hay restaurantes para sentarse a comer, además de varios museos como el Paleontológico, el Museo Histórico Regional Fray María Bottaro y el buque museo Ara Yrigoyen.
Por la costanera es posible salir a caminar y estirar un poco las piernas. Es un lugar repleto de vegetación donde moverse a paso lento rodeado de naturaleza. Bajando por las barrancas se disfruta aún más.
San Pedro es una zona con varias quintas con montes frutales cítricos, en especial la naranja de ombligo, algunas de las cuales se pueden visitar. La Campiña, es las más conocida, aunque por ahora continúa cerrada.
La comida insignia de este pueblo es la ensaimada. Se trata de una masa suave y hojaldrada, que en muchos casos lleva relleno. Es ideal para acompañar con un mate. Tan popular se hizo en la zona, que hasta muchos hablan de la ruta de la ensaimada, donde probar las mejores.
- Delta del Tigre
Es un sitio que no falla, el clásico de las escapadas. Con sus lodges modernos y de cálida atención, muchos aprovechan para combinar naturaleza y spa. El Delta de Tigre cuenta con más de 350 ríos y arroyos, en muchos de los cuales se puede practicar deporte como ski acuático o wakeboard. También vale darse un chapuzón en las aguas.
El corredor biológico del Delta del Paraná permite que muchas especies vegetales y animales se desarrollen allí, por lo que es común ver fauna y flora de todos los colores y tamaños.
Entre sus excursiones, se puede alquilar un kayac para remar un rato por el río, hacer un paseo en catamarán o en barco privado, con salidas de día o de noche para escuchar los sonidos de la naturaleza a flor de piel.
Entre las opciones de hospedaje hay cabañas para planes familiares o bien otras más boutique ideal como escapada romántica.
- Chascomús
Su principal atractivo es una inmensa laguna donde es posible pescar, practicar deportes acuáticos como windsurf o kitesurf, contemplar el correr del agua y caminar o andar en bicicleta por los 30 kilómetros de costanera que la bordean. Se trata de una escapada para buscar relax, contemplar el atardecer y dejar atrás la ruidosa Buenos Aires. A una cuadra de la laguna, se encuentra la Capilla de los Negros, una precaria construcción de la comunidad afrodescendiente levantada en 1867.
Para comer, en su plaza principal se conjugan diversos locales gastronómicos.
Los sábados desde el mediodía y domingos durante todo el día se organiza en la avenida Perón y avenida Costanera España la Feria de Artesanos de la ciudad. Allí se pueden ver y comprar distintos tipo de galletas, tortas, chocolates, cerveza artesanal, mates, bijouterie, adornos, etc.
Viejo Vizcacha, trata de uno de los lugares más tradicionales de la ciudad para llevarse de souvenir exquisitos productos regionales como quesos, salames, cervezas artesanales, chacinados, embutidos, vinos y mermeladas.
- Carlos Keen
Se trata de un pueblo rural ubicado a 90 kilómetros de Buenos Aires. Por su cercanía, es ideal para ir a pasar el día. En el año 2007 la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos declaró a Carlos Keen “bien de interés histórico nacional”.
Es un lugar tranquilo, con una vieja estación de ferrocarril en desuso, ferias artesanales donde comprar salamines, quesos y mieles directo del productor a la mesa. Sus 400 habitantes hacen que la zona sea conocida por su gastronomía, especialmente los asados de campo. Muchos incluso, combinan esta escapada con otro pueblo llamado Tomás Jofre, que cuenta con varias pulperías.
Si bien no hay demasiadas actividades para hacer en Carlos Keen, más que comer y caminar por la zona (justamente lo que muchos buscan) para quienes deseen una estadía más larga hay varias posadas rurales para hospedarse y descansar.
Por último, desde allí parte el antiguo Camino Real de las Postas que recorre 7 kilómetros hasta Villa Ruiz.
- Pueblo General Belgrano
En un lugar estratégico, a 230 km de la Capital federal, la pequeña localidad de Pueblo Belgrano, ofrece una variada oferta que incluye un complejo termal, playas y parques naturales.
Sin dudas que una de las ventajas de Pueblo General Belgrano es compartir los atractivos con la cercana ciudad de Gualeguaychú, pero con un sello propio inconfundible. La actividad turística avanza principalmente gracias a las termas, al encontrarse en el camino al balneario de Ñandubaysal y a su potencial de desarrollo urbano. Su eje se encuentra en la llamada curva de Fiorotto en el encuentro entre el camino a Ñandubaysal y el camino a la ruta internacional que une con Uruguay.
Pueblo Belgrano también invita a compartir paseos en bicicleta, caminatas, pesca deportiva, entre muchas opciones más.
Para esta época del año, el balneario Ñandubaysal es un lugar que desborda de belleza autóctona y brinda grandes atardeceres sobre el río Uruguay. Mientras que para los aventureros permite la práctica de deportes náuticos como kayak, moto-sky o windsurf.
Además, sobre la ruta que une Pueblo Belgrano con Gualeguaychú, el extenso predio del Parque Unzué exhibe sus 120 hectáreas para que los visitantes disfruten de un encantador espacio para la recreación.
Fuente: Ambito