La realidad del norte provincial es muy diversa, pero hay un denominador común: las necesidades y el abandono. Así lo refleja la realidad de la asociación civil 'Niños de mi Tierra', de Tartagal en el departamento Vera.
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La coordinadora del espacio, Mariela Galeano, dialogó con Cadena Oh! sobre el trabajo que realizan pero también sobre los pedidos más urgentes que tienen. La organización recibe a 120 personas, desde los dos años a los 25.
"Tenemos personería jurídica, hace un año que tenemos jerarquía institucional. Pero venimos funcionando en comisiones hace más de tres años. Nos dedicamos a trabajo social, tenemos un comedor funcionando. Atendemos a niños y adultos mayores", comentó.
Actividades
"Tenemos un grupo que se dedican a hacer costureros, con mamás. Aparte de eso tenemos un taller de danzas y ritmos latinos, en el que hay dos adolescentes al frente. A su vez contamos con un taller de juegos y didáctica, tratamos de hacer juegos orientados a la educación sexual, al cuidado del cuerpo y la higiene personal. A la par, el conocimiento de los derechos", relató la entrevistada.
Pero las ofertas no terminan ahí. La organización también cuenta con una fabricadora de bloc de cemento, que es el sostén económico. Lo mismo con su panificadora, con la que pueden comprar los alimentos perecederos que consumen.
A su vez, "hacemos trámites de Anses, pensiones y jubilaciones. Hacemos talleres con mucho hincapié en la violencia de género. A su vez tenemos el roperito comunitario, restauramos ropa", destacó Galeano.
Necesidades
La referente del organismo se refirió a los principales problemas que se presentan en la comunidad. Al respecto, destacó "Trabajamos mucho contra la vulnerabilidad de los niños, que sufren abusos de todo tipo no sólo sexual. Hay mucha discriminación, si no sos de cierta familia, no tenes acceso a algunas cosas. Intentamos hacer entender que todos tenemos los mismos derechos y que tenemos que pelear por eso".
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Respecto a la relación con el poder político, Galeado destacó "Tenemos un presidente comunal, pero yo destaco mucho el trabajo que hicieron las escuelas, en pandemia trabajaron muy bien. No hay otro lugar de contención, por eso creamos este lugar físico y humano para pelear por la ayuda que se necesita. No hay un organismo que se dedique a esto, a relevar los problemas y atenderlos".
"Acá se usa todavía mucho acá el tapar las cosas. Nosotros captamos los casos, la violencia, por los niños, por cómo ellos se manifiestan. Nosotros le damos esa libertad para que nos cuenten", enfatizó.
Agua potable
Entre la falta de recursos y los problemas que atraviesan quiénes asisten al lugar, se cuenta la falta de agua potable.
"El acueducto llega hasta Intiyaco. Tenemos agua pero no es del todo segura. No recibe el tratamiento necesario, sale muy sucia con olor fétido. Estamos hablando de salud. Yo hice analizar el agua en la UTN de Santa Fe, encontraron restos de materia fecal, arsénico y parásitos. En el hospital hay gran casos de parásitos ya que si bien no la consumimos tenemos que usarla para la vida cotidiana, no nos da para comprar siempre agua", detalló.
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"Nosotros pedimos, hicimos, quisimos colaborar con la gestión actual de la comuna. Pero en concreto decidimos sacar la personería jurídica para poder pelear por esto", dijo por último.
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