El Justicialismo en el senado volvió a demostrar, una vez más, su fragmentación. Un gran surco separó nuevamente las aguas entre aquellos legisladores leales al gobernador provincial, Omar Perotti, y quienes defienden al senador Armando Traferri.
La sesión de ayer en el Senado, cuya tensión podía cortarse con un cuchillo, estuvo signada por gritos y acusaciones que podían oírse, incluso, desde fuera del recinto.
A pesar de encontrarse en período extraordinario, donde el temario de la Legislatura es impulsado exclusivamente por los proyectos del Ejecutivo, este jueves reflotó, una vez más, la discusión sobre la intención de los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que investigan al senador Armando Traferri en la causa vinculada al juego clandestino, pese a que la Cámara se pronunciara negativamente hacia fines del año pasado sobre el desafuero.
Días atrás, los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery presentaron un pedido para declarar inconstitucional el artículo del Código Procesal Penal de Santa Fe que impide imputar al senador por el Departamento San Lorenzo.
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La insistencia de los funcionarios en vincular al legislador en la causa que investiga una red de juego ilegal, obligó al apoderado de Traferri a solicitar, nuevamente, el apartamiento de los fiscales por numerosas irregularidades y por hacer énfasis en el pedido de declarar inconstitucional el artículo 27 del Código Procesal Penal, pese a estar anclado en la Constitución Nacional.
La reincidencia de los fiscales en investigar a Traferri, pese a que la Justicia debería ordenar el archivo de la causa por no encontrar pruebas suficientes, motivó a que ayer se aprobara un proyecto de resolución donde se instruyó a la vicegobernadora, Alejandra Rodenas, para presentarse en el expediente a fin de aportar elementos de interés para la investigación, despojar al juez de posibles presiones políticas y, en caso de que haya una fallo contrario, pedir el per saltum a la Corte por el conflicto de poderes que podría generarse.
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La pelea en el seno del peronismo, donde algunos privilegiarían la política sobre la legalidad de las leyes y su constitucionalidad, es el reflejo de un sector resquebrajado, pero que, además, sirve a la oposición para llevar agua hacia su molino, en un recinto donde el diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo está roto. No solo con los senadores, sino también con todos los bloques de la Cámara de Diputados, donde la sub secretaria de Asuntos Legislativos, Marcela Aeberhard, no cumple con su rol de explicar, dialogar y defender los proyectos del Gobierno, ya que los jefes de bancadas denunciaron, insistentemente, la falta de discusión y presencia en la legislatura.
Otra de las sorpresas de la jornada de ayer fue durante el debate sobre la reducción del monto de las patentes y la quita de 5 por ciento a las arcas del Ejecutivo, ya que el 95 por ciento irá a las municipalidades y comunas, la cual no tuvo una férrea defensa por parte de los legisladores del PJ, especialmente en diputados, donde no estuvieron presentes y dejaron que la oposición cargara las tintas sobre la improvisación del Ejecutivo, cuando en realidad no se modificaron las alícuotas, sino que aumentó el valor de los vehículos, que no sólo incidió en las patentas, sino también, en el costo del seguro.