Este sábado despegó desde El Calafate el Boeing 737 de la compañía ASL Airlines que cumplía la misión humanitaria de repatriar a un contingente de 22 turistas franceses, todos ellos jubilados, que se encontraban varados en esa y otras localidades del sur santacruceño desde mediados de marzo.
El grupo de adultos mayores (64 a 82 años) habían llegado al país antes del cierre de fronteras para conocer el glaciar Perito Moreno. Con el correr de los días se detectó que del total del contigente, había diez casos positivos de COVID-19, lo que derivó en su aislamiento preventivo, a la espera de regresar a su país.
A medida que pasaban los días, aquellos que estuvieron internados y se recuperaron, pudieron regresar al hotel. “Con muy buena predisposición, nos habilitaron distintas alas para que aquellos turistas que fueron dados de alta no se cruzaran con aquellos que no habían contraído el virus”, contó una médica que estuvo en contacto con los pacientes.
“Vinieron por una semana y se terminaron quedando un mes y medio. La mayoría extrañaba a su familia y quería estar en sus hogares. Por momentos no querían comer y estaban enojados”, recordó.
Sin embargo, finalmente el vuelo de repatriación partió esta mañana, el cual hará escala técnica en Puerto Iguazú sin descenso de ninguna persona para luego salir directo a Francia.