Tras casi dos meses, la provincia de Santa Fe volvió a superar ayer los 650 contagios diarios de COVID-19. Rosario contabilizó el mayor número de infectados con 214 casos, situación sanitaria que indica una evolución compleja en la ciudad, aunque no independiente de lo que sucede en Argentina y los países limítrofes.
Si bien existe una tendencia en el ascenso de enfermos, su crecimiento lejos se encuentra de ser exponencial, aunque desde el municipio insistieron en retomar el camino del cumplimiento de los protocolos, dada la habitualidad de funcionamiento de todas las actividades sociales.
“Vamos a entrar en un proceso donde el aire libre y la ventilación de los ambientes debe seguir priorizándose, aunque será más difícil. En Semana Santa, donde habrá un aumento de viajes y de encuentros, deberemos priorizar el uso correcto del barbijo y la buena circulación de aire”, manifestó el secretario de Salud, Leonardo Caruana, en La Mañana Entera.
De hecho, el funcionario reconoció que la falta de cuidados durante el fin de semana largo venidero podría poner en riesgo la actividad escolar del día siguiente. “Los contagios en las escuelas no pasan solamente por los cuidados de los docentes y los alumnos, sino con lo que hacemos antes como sociedad”, indicó.
Mientras la ciudad recibirá una nueva partida de dosis la semana próxima, lo que permitirá continuar de manera ininterrumpida el proceso de vacunación, Caruana evitó vislumbra un panorama con nuevas restricciones para la región, aunque admitió que todo estará supeditado a cómo vayan conjugándose las distintas variables. “Si cada actividad respeta sus protocolos, más las dos medidas que están apareciendo, desalentar y restringir los viajes al exterior, seguramente evitaremos un aumento de contagios”, concluyó.
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