El armado electoral del Frente Progresista en Santa Fe tendrá su primera estocada en las elecciones de autoridades nacionales y provinciales del Partido Socialista prevista para el domingo 18 de abril.
El actual oficialismo, bajo el nombre Socialismo en Movimiento, junto al sector conocido como Bases, más cercano al gobierno nacional y Pluralismo Federal, aliado a Juntos por el Cambio, serán las tres listas que competirán en la interna.
Además de los 15 integrantes de la junta provincial, los 30 mil afiliados del PS santafesino elegirán representantes para el congreso provincial y nacional del partido. Entre otras cosas, allí se definirá el marco de alianzas electoral.
Los sectores tradicionales del socialismo acordaron una lista encabezada por la ex intendenta Mónica Fein como candidata nacional y al propio Estévez para un nuevo período en la provincia, secundado por la concejala santafesina Laura Mondino. El objetivo es dar continuidad al proceso iniciado por Hermes Binner, “apostando a redoblar la tarea con miras a fortalecer el diálogo con la sociedad, abrir hacia nuevas expresiones y propuestas”, aseguraron.
Por otro lado, desde el sector Bases, que lleva al exdiputado provincial Eduardo Di Pollina como candidato para la conducción nacional y a la actual diputada provincial Claudia Balagué como primera postulante en territorio santafesino, secundada por el exministro de Salud, Miguel Cappiello, indicaron que el partido está atravesando un momento crítico, por lo que “queremos recuperar lo que alguna vez tuvimos, con debates de ideas y elecciones democráticas”, deslizaron.
Finalmente, el tercer espacio, Pluralismo Federal, que propone a Roy Cortina como nuevo presidente del socialismo a nivel nacional y al exdirigente universitario Silvio Mulé como candidato a nivel provincial, alegó la intención de “darle protagonismo al PS, el cual se fue esfumando en los últimos años y se volvió un partido de poco diálogo y mucha formalidad”.
En tanto, el resto de los sectores políticos miran con un ojo el calendario electoral y con el otro la interna del partido de la rosa, donde el debate de fondo es el lugar del PS en una escena política dividida, que asfixia los intentos de terceras fuerzas competitivas.