Hoy, ya con un plan de vacunación que marcha a buen ritmo, las Abuelas de Plaza de Mayo vuelven a presentar otra herramienta de lucha, de búsqueda de aquellos niños y niñas apropiadas en plena Dictadura Cívico-Militar. En estos días, muchas de las personas nacidas entre 1975 y 1980 recibieron su turno y por eso se lanzó la campaña “Una dosis de identidad”.
Las búsquedas de familiares no cesan. Una de las tantas historias es la de Raquel Negro y Tulio Valenzuela que se conocieron en Rosario, y fruto de esa relación Raquel estaba embaraza de mellizos. En enero de 1978, cuando cursaba el 7mo mes de gestación, ambos fueron secuestrados. Cautiva en Paraná, Raquel dio a luz a una nena y un varón. Tanto el "melli", Raquel y Tulio, hasta el día de hoy siguen desaparecidos.
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Pero la bebé es Sabrina Gullino Valenzuela Negro. En el año 2008, y con dudas sobre su identidad, se comunicó con Abuelas Filial Rosario. El 23 de diciembre de 2008, finalmente pudo saber la verdad: es hija de Raquel y Tulio.
"Fue un proceso que ya lleva su tiempo y afortunadamente pude reencontrarme con mis hermanos y mi familia biológica. Mi mamá era santafesina y ahora mi familia Negro vive en Santo Tomé. Y mi familia biológica que vive en San Juan. También tengo un hermano por parte de padre en Buenos Aires. Ha sido algo muy importante, fuerte y positivo poder sumar estos encuentros tan importantes y aunar nuestros esfuerzos a esta lucha colectiva que se viene llevando hace 45 años", relató Sabrina Gullino Valenzuela Negro en el programa "Al Atardecer" que conduce Ricardo Serruya por Cadena OH!
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Entrevistada por el periodista Martín Fernández, Sabrina contó que gracias a los juicios por delitos de Lesa Humanidad "pudimos ir reconstruyendo todo. Sabemos que fuimos dados de alta el 27 de marzo de 1978 en la clínica privada de Paraná y me dejan abandonada en el Hogar de Huérfanos de Rosario y entro en el circuito de adopciones".
Con una historia de vida desgarradora, Sabrina recordó que a los 29 años logró reconstruir su identidad pero del "melli" se pierde todo el rastro. "Sabemos que nació con vida, fue dado de alta de esa clínica y que perdimos todo rastro. Nuestra hipótesis de investigación es que el 'melli' era el botín de guerra y seguimos en esta lucha para encontrarlo", narró con optimismo.
Una dosis de identidad
En relación a la ingeniosa campaña, Sabrina comentó que "es otra de las grandes estrategias y desafíos de Abuelas y el amplio movimiento de Derechos Humanos que siempre se da la labor de construir herramientas creativas e innovadoras y en ese sentido se inscribe esta iniciativa que apuesta a que todas aquellas personas que se quieran sumar puedan postear una foto luego de ser vacunados bajo el hashtag 'Una dosis de identidad'".
La idea tuvo una fuerte repercusión porque fue acatada en todo el país y se sostiene desde las diferente filiales de Abuelas. "Teniendo las nuevas tecnologías al alcance de la mano está bueno darle la vuelta de rosca para tener el tema presente, y que haya alguna persona que tenga dudas y le caiga la ficha, sepa que de éste lado hay muchos seres queridos que la estamos buscando y esperando".
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