"Es importante que siempre se evolucione porque si en algún momento parás o involucionás, es porque estás haciendo algo mal". Así lo aseguró el cantante rosarino Elías Rampello. Hoy estrena su nuevo disco como solista, el tercero luego de "Rock Pop" y "Angel Guardián". El que fue reeditado en Colombia. En este álbum el artista incluyó ritmos urbanos, baladas y pop y que será lanzado directamente en las plataformas digitales sin pasar por el formato físico. Rampello estará acompañado por la banda Cidernova, liderada por Emanuel Ovando, y Lolo Luciani, de Fluido. La cita es hoy, a las 21.30, en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
—¿Cuál es el concepto de "Vivir"?
—A diferencia de años anteriores, uno que viene de la vieja usanza, los disco no se arman conceptualmente, se van armando por sencillos. Antes grabábamos once o doce temas y decías tienen como una línea, y esta vez no pasa y creo que a muchos artistas les debe pasar lo mismo. Hay un tema urbano, tirando a reggaeton, una balada, uno pop, un poco de todo. Yo uso mucho las plataformas musicales, lo podés escuchar en cualquier parte de la Tierra. Además lograron hacer que esa reproducción de la canción monetariamente beneficie al artista y eso es fantástico.
—¿Cómo será el show?
—Como siempre, mis shows son muy variados, muy eclécticos. Pasamos por muchas emociones. Eso hace el pop, que uno pueda moverse por diferentes estilos. Vamos a hacer algo de pop, de rock, de baladas aprovechando que es la semana del Día de los Enamorados. También los temas bailables que hicimos en este último disco "Vivir" para que la gente termine bien arriba. Voy a tener músicos invitados, como Lolo Luciani, de Fluido; Emanuel Ovando, de Sidernova, la banda que me acompaña.
—¿Qué te impulsó a inclinarte por los ritmos latinos o la balada?
—Escuché el nuevo disco de Luis Fonsi y no tiene ni una batería orgánica y me llamó mucho la atención. En mi disco sí hay. No hay que perder el concepto de lo musical, si no van a desaparecer los músicos. Van a salir los cantantes y quién dice que más adelante desaparezcamos los cantantes también... Pero pasa que es todo tecnológico. Estuve grabando en Colombia uno de los singles y de toda la canción trabajó solamente un músico y suenan un montón de cosas y uno dice es una computadora y dos ingenieros de grabación.
—¿Cómo llegaste a colaborar con los músicos de Cristian Castro o Enrique Bunbury, entre otros?
—Son todos músicos sesionistas que trabajan para estos artistas, que los conocí a través de amigos en común y de haber pisado tantos escenarios. Conocimos músicos muy importantes sobre todo en México. De hecho vamos este año a ver qué pasa con nuestra música allá. Nos pareció muy interesante que haya músicos de México, de Argentina, ingenieros de Colombia, de Estados Unidos. Creo que está buenísimo porque con internet la música se hizo más internacional.
—¿Cuál es la desventaja de esa inmediatez?
—Tiene sus desventajas porque hay mucho más material que antes. Antes todo se centralizaba en los medios de difusión masiva que son la televisión y la radio y hoy día no quiero pecar de equivocarme, pero los medios tradicionales están tendiendo a perder mucha fuerza con lo digital. Ahora la gente elige qué ver, qué escuchar y lo tiene al alcance de la mano en un teléfono. Esas son las desventajas. Hay muchísima más competencia que en tiempos anteriores.
—Después de tres años de solista, ¿cómo ves tu evolución desde que estabas en Cerebro Mágico?
—Es importante que siempre sea un evolución porque si en algún momento parás o involucionás creo que ahí estás haciendo algo mal. No digo que no nos haya pasado porque en la carrera están esos tropiezos que uno dice por qué hice esto, o mirá el video que grabé, o cómo canté esa canción. Si uno tuviera el diario del lunes... Lo importante en los tropiezos y en las decepciones es poder salir adelante, sacar la cabeza y seguir persiguiendo un sueño. Si bien esta es una carrera que empezó hace mucho, uno siempre tiene sueños, no solamente en la música sino en cualquier plano de la vida. Cerebro Mágico fue un momento de mucho crecimiento que me preparó para hacer esta carrera solista y dar un salto importante.
—¿Qué encontraste en estos estilos que no no haya tenido el rock?
—Fue algo totalmente distinto. Me acuerdo cuando uno de mis amigos me trae un boceto de "Tiempo de bailar" que hoy en día es uno de los temas más fuertes de mi material como solista y lo grabaron Los Palmeras. Yo venía de hacer pop y rock y decía que estaba loco. Uno es siempre reticente a los cambios. Era algo que nunca habíamos hecho, era un ritmo urbano, no me veía bailando, no era lo mío, no quería y después terminó siendo algo fantástico, empecé a tomar clases de baile dos años, escuchando mucha música y viendo cosas nuevas. Esa es la manera de aprender. Tuve la posibilidad de ser telonero de Maluma, de J Balbin, de Daddy Yankee, me moví en ese mundo dos años y me sorprendió.
—¿Se van a radicar en México?
—Tenemos muchas ganas de radicarnos, empezar de cero con nuestra música y generar un público como pasó acá en Rosario, Buenos Aires y la región. Además es una ciudad que es tres veces Buenos Aires, y el desarrollo está ahí y en Miami. Es como la cuna del pop.
—¿Cómo te llegó la posibilidad de saltar de Rosario a México?
—Creo que llegó porque la industria en Argentina está mutando para un lado nuevo. Las compañías firman con artistas de trap, folclore y cumbia. Estamos en un momento económico del país que todos sabemos cómo viene, entonces decidimos dar un salto más importante. Nosotros tuvimos tres contratos en Buenos Aires con discográficas y evidentemente se trabajó y se hicieron un montón de cosas y nunca tuvimos cese de trabajo, decidimos que hay que crecer y seguir haciendo cosas. Hay que seguir persiguiendo el sueño para llegar cada vez más con la música a mucha más gente.