La hija de Carlos Monzón continúa su vida en Santa Fe a pesar de los golpes de la vida. Una historia de resiliencia y crecimiento personal, rodeada de afectos.
"Ayer fue el cumpleaños de mi mamá, Pelusa. Estuvimos con mis hermanos, queremos que ella esté tranquila", comentó al aire en Cadena OH!
La entrevistada sufrió la pérdida de su querido esposo el año pasado, José Pepón Gómez. "No ha sido fácil, pero realmente es así. Soy una resiliente y hago honor a mi apellido, soy una campeona de la vida. Sigo recordándolo como era, el padre de mis hijos, el buen hombre que fue; él no está físicamente, pero está presente. Fue mi compañero de toda la vida, tuvimos 38 años de casados".
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Se le diagnosticó una insuficiencia renal aguda desde enero del año pasado. Empezó con diálisis y en junio, en el pico máximo de Covid se enfermó. "Lo más terrible es no haber podido estar con él".
Pero Silvia siempre miró para adelante, y la vida le devolvió mucho amor. "Hay muchas cosas muy gratificantes. Me tocó un compañero para sobrellevar cosas difíciles. No hemos tenido crisis grandes, sólo algunas discusiones menores".
Viajar le hizo muy bien, estar con amigos que la visitan. Hacer actividad física como natación y pilates, son los pilares en los que se apoya. "Le pongo, trabajo mucho mi interior, para estar bien y feliz".
Historia de vida
"Me casé a los 20 años en 1983 y Julieta nació en el 1986. Justo cuando Julieta tenía 3 años también, ocurrió lo de mi papá, así que postergamos seguir agrandando la familia que estaba en nuestros planes. Después de 10 años vino Milagros. Cuando vine a Santa Fe quedé embarazada de Benjamín, y Dios quiso que nazca Agustín, son casi como mellizos", explicó.
"Al dolor lo transformamos, eso es lo que más deseo a mis hijos, que sean personas de bien", dijo por último.