Al segundo comandante Gustavo Elorrieta lo buscan hace una semana. Lo esperaban en la escuela de Gendarmería en Ezeiza para continuar con el curso de capacitación para el ascenso a auxiliar del Estado Mayor pero nunca llegó. Lo vieron por última vez en su casa de Roldán, cerca de Rosario. Desde hace siete días nadie sabe qué pasó con ese oficial superior.
Elorrieta había salido de licencia el 12 de julio. Debía regresar al Instituto de formación de la Gendarmería el 21 de julio, pero su paradero es un misterio. Debido a que no se presentó en el curso que realizaba, su jefe comenzó a llamarlo a su celular. También le mandó mensajes de WhatsApp, pero no hubo respuesta.
Cuando los efectivos de la Gendamería llegaron a la casa de Larrea al 1200, que el oficial había fijado como domicilio transitorio, en Roldán, no encontraron ningún rastro del segundo comandante. Al preguntarle a los vecinos de la vivienda, ninguno recordaba haber visto al oficial en el barrio.
Su esposa no le veía desde hace un mes y medio. Los investigadores también visitaron a sus padres, pero tampoco había estado en ese lugar. Su automóvil Volkswagen Bora había quedado en la casa de su esposa, en Rosario, así que durante toda su licencia, desde que abandonó el Instituto de formación de la Gendarmería, Elorrieta se movilizó en transporte público.
La denuncia por averiguación de paradero quedó radicada en una fiscalía de Rosario, en tanto que la fuerza de seguridad federal difundió un radiograma de “prioridad roja”, para la búsqueda del oficial. Debido a que los momentos previos a la desaparición también están cubiertos por el misterio, los investigadores pusieron a dispusieron la difusión de la línea telefónica 11 51693322 para recibir información que permita reconstruir cómo fueron los movimientos del segundo comandante en Rosario.