La superpoblación carcelaria no es novedad en la provincia y no excede a las unidades penitenciarias de mujeres. De acuerdo al último informe relevado por el Servicio Público Provincial de Defensa Penal (SPPDP) del Poder Judicial, a diciembre de 2021, la unidad tiene una capacidad declarada de 171 personas, pero aloja en los hechos a 237 internas.

En este contexto, palizas a distintas internas por parte de otras presas allegadas a René Ungaro y Lautaro “Lamparita” Funes, serían la posible causa de la balacera del pasado lunes por la noche contra la cárcel de mujeres, ubicada en 27 de Febrero al 7800.

Grabaciones muestran cómo reclusas tiran del cabello, patean y trompean a otra mientras le exigen que “deje de gritar”. Lo cierto es que el hacinamiento, sin ninguna garantía de condiciones de habitabilidad, es fundamentalmente lo que las detenidas volvieron a denunciar en los últimos días.

La violencia institucional se multiplicó en los último años y así se evidencia en el Registro de Violencia Institucional y Afectaciones de Derechos Humanos que lleva adelante el SPPDP. Con un corte en los primeros ocho meses de este año, el servicio registró 31 víctimas de este tipo de hechos, un número cinco veces mayor al relevado en el mismo período de 2021.

La causa por el ataque a tiros originariamente la tomó el fiscal de Flagrancia Pablo Lanza, quien ordenó las primeras medidas y luego la derivó a la unidad de Balaceras, y recayó en el fiscal Federico Rébola.