Los datos abarcan 530 ítems de medicamentos y biomédicos. En cantidades, el incremento promedio es del 10% pero la suba de los costos oscila entre el 50 y el 100% según la droga o descartable, como consecuencia de la devaluación.
También aumentaron los pacientes: subieron de 310 mil a 350 mil durante el año pasado. De esos 40 mil (son 10 mil historias clínicas familiares) más de la mitad se explica por la pérdida de empleo y de cobertura médica propia (obra social o prepaga).
Más enfermos que reclaman más drogas, que a su vez son cada vez más caras. Esa es la explosión que llega primero a los centros de salud, los espacios más cercanos para los rosarinos en los barrios. Ese fenómeno tiene, por supuesto, un costo estructural: Salud Pública municipal frena obras programadas y redistribuye esas partidas para comprar insumos, según admitió el secretario Leonardo Caruana.