El rumor está instalado, ya es vox populi: “Y... Ahora que Leo fue campeón del mundo, quiere darse ese gustito pendiente”. Desde que Argentina se consagró en Qatar 2022, empezó a tener cada vez más eco la posibilidad de que Lionel Messi vuelva a Newell’s y juegue por primera vez en el fútbol argentino. Frente a un mar de incertidumbre respecto a su renovación en París Saint Germain y el retorno al Barcelona, el capitán de la Albiceleste podría llegar a atravesar una prueba piloto en el mismísimo estadio de la Lepra para proyectar su futuro allí a mediano o largo plazo.
Según pudo averiguar este medio, en los próximos meses se llevaría a cabo un partido homenaje a Maximiliano Rodríguez, quien se retiró del fútbol a fines de 2021 y está fuertemente identificado con Newell’s y la Selección. Es, además, una de las grandes amistades que supo forjar Messi a lo largo de su trayectoria con la camiseta celeste y blanca. Lionel llegó a verlo en el Parque Independencia justo antes de partir a las Inferiores del Barcelona, cuando Maxi daba sus primeros pasos como profesional y ganaba el Mundial Sub 20 en Argentina en 2001.
El destino los condujo a la misma ciudad: Barcelona. Allí Leo se formó en La Masía y explotó como futbolista. Previamente, la Fiera fue comprado por Espanyol, antes de pasar por Atlético Madrid y Liverpool, en la previa al regreso a casa (ese que todavía Messi tiene pendiente). Juntos convivieron en la Selección Mayor desde el año 2005, en vísperas de la Copa del Mundo en Alemania. Y compartieron vestuario en dos citas mundialistas más como Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Maxi, afiliado al bajo perfil, nunca anduvo ventilando demasiado sus conversaciones y chats con Lionel a la distancia desde que se retiró de la Selección. Por sus históricas presencias e importantes goles (la volea contra México en los octavos de final de Alemania 2006 y el penal que definió el pase a la final de Brasil 2014 frente a Holanda fueron dos de los más gritados de la historia), a Rodríguez lo convocaron para conducir el programa Mundo Leo, que siguió de cerca la actuación del astro del PSG y la Selección a lo largo de toda la Copa del Mundo de Qatar. Junto al periodista Rama Pantorotto, se puso la camiseta del show y se emocionó junto a los argentinos por la conquista en Doha.
Maxi Rodríguez, una de las llaves para que Messi vuelva a la cancha de Newell's (FOTO NA: MARCELO CAPECE)“El Kun es el Kun. No se puede quedar callado. Vamos a ver. Es difícil hablar esto porque después se hace una pelota gigante. Esperemos a ver qué es lo que pasa, no nos adelantemos a los hechos”, fue lo que deslizó Maxi Rodríguez cuando le consultaron por una declaración de Sergio Agüero, que había anticipado que Messi estaba evaluando seriamente la chance de jugar en Newell’s en el corto plazo. El hermético entorno de Leo se encargo de despistar, tanto por esa posibilidad como por la de renovación en París o reencuentro en suelo catalán.
Al margen de que Messi maravilló a los hinchas de Newell’s a fines de los 90 cuando lo mandaban a la cancha en los entretiempos a hacer jueguitos, época en la que solamente era famoso en el mundillo de divisiones inferiores e infantiles, hubieron dos antecedentes con presencias suyas en el Coloso. Ambos fueron por fines benéficos.
Durante el receso invernal en Sudamérica de 2009, más precisamente el 12 de junio (Día Internacional contra el Trabajo Infantil), la Fundación Atlético de Madrid y la Fundación Pupi organizaron un partido de estrellas con cita en la cancha de Newell’s. Rodríguez y Javier Zanetti apadrinaron el evento que convocó a más de 30 mil personas, unos 250 periodistas acreditados de varios países y la presencia de estrellas del mundo del fútbol como Messi, Leo Franco, Walter Samuel, Jonás Gutiérrez, Ezequiel Lavezzi y Germán Lux, más otros históricos locales como Fernando Belluschi, Diego Quintana, Gastón Liendo, Luciano Vella, Julio César Saldaña, Alfredo Berti y Germán Real, a quien Messi en su última entrevista señaló como uno de sus ídolos de la infancia. Además, el ex tenista Guillermo Coria y los humoristas leprosos Pablo Granados y Pachu Peña. También el omnipresente Lionel Scaloni. Lionel y Maxi jugaron un tiempo para cada lado, por lo que extrañamente la ya figura del Barcelona lució una camiseta con el escudo de Atlético Madrid.
Dos años más tarde, en 2011, Messi volvió a darse el gusto de festejar goles en el Parque Independencia. Esta vez se presentaron Los Amigos de Pupi, con Sergio Goycochea, Zanetti, Roberto Trotta, Martín Demichelis, Santiago Solari y Messi, entre otros, frente a Los Amigos de Maxi, con Sebastián Peratta, Leonardo Ponzio, Rolando Schiavi, Scaloni, Éver Banega, Lucas Bernardi y Damián Manso (otro de los que Messi miraba cuando era niño). El picado se registró apenas unas semanas antes de la disputa de la Copa América 2011 que se celebró en suelo argentino. Fue su última vez en la cancha de sus sueños, tras la frustrada excursión como hincha a mediados del año pasado.
La fecha cuajaría a la perfección ya que: 1) la última fecha de la liga francesa se llevará a cabo el fin de semana del domingo 4 de junio; 2) una hipotética final de Champions League con el PSG de Messi como protagonista sería el 10 de junio en Estambúl; 3) Newell’s jugará de local contra Unión de Santa Fe el fin de semana del 11 de junio, justo antes de la Fecha FIFA que se desarrollará del 12 al 20 de junio, por lo que su estadio estaría libre para ser utilizado. Al mismo tiempo, la realización del partido contaría con el impulso y apoyo logístico de la intendencia de Rosario, que buscará promover el fútbol y deporte de la ciudad.
Así quedaría el nuevo estadio con el que Newell's sueña recibir a MessiAhora bien, que su entorno convenza a Messi de jugar a beneficio en el Coloso no significa que de un momento a otro se decida a firmar por el club de sus amores. Esa decisión seguramente le llevará mayor tiempo de maduración. El trabajo fino de ablandarle el corazón fue iniciado con la gestión pasada en Newell’s, cuando Cristian D’Amico y Sebastián Peratta trataron de tentarlo con un proyecto a futuro. Y, por lo bajo, el actual presidente Ignacio Astore busca no dar pasos en falsos ni crear falsas expectativas para que el anhelo de aquel pequeño Lionel, pero también de todo el pueblo ñulista, se concrete.
Sobre el futuro profesional de Messi hay muchos interrogantes y pocas certezas. Hasta hace poco, en Francia se anunció que había llegado a un acuerdo verbal para que extienda su vínculo con el París Saint Germain, que expira el próximo 30 de junio. Si bien una parte del público lo resiste, la cúpula directiva liderada por el presidente Nasser Al Khelaifi quiere contar con sus servicios hasta al menos el año que viene. Y aunque no existe una ligazón directa con los Juegos Olímpicos que se llevarán a cabo en la capital francesa en 2024, a los organizadores les agrada la idea de tener “a mano” a Messi el año de la disputa de los mismos.
Ángel Di María, otro de los que suena hace rato para retornar al fútbol argentino -paradójicamente en Rosario Central, la vereda de enfrente-, declaró en una de sus últimas entrevistas que por ahora su deseo se postergará ya que pretende ser considerado un tiempo más en la selección argentina. Y entiende que, para eso, tendrá que permanecer en el fútbol europeo bajo la órbita de Lionel Scaloni. ¿Pensará de la misma forma Messi? ¿Contaría con la inmunidad de ser el mejor del mundo para ser convocado aunque esté jugando en Newell’s?
Messi todavía no tiene definido su futuro (REUTERS/Sarah Meyssonnier)Mucho más hostil que en París parece estar el terreno en Barcelona. Sobre todo después de las declaraciones de Matías Messi, hermano mayor de Lionel, quien tildó de “desagradecidos” a los culés que dejaron marchar al mejor jugador de su historia. Y su padre, Jorge, dejó entrever que no hay chances de que vuelva a ponerse la camiseta blaugrana al menos en el corto plazo. No obstante, En Espaaña aseguran que su papá y apoderado se reunió en las últimas horas con el presidente Joan Laporta. ¿Acercamiento para limar asperezas? En un punto álgido de las competiciones en Europa, parece difícil que Messi tome decisiones importantes ahora.
En el fondo de la fila, casi tímidamente, Newell’s levanta la mano. Es el pibe de barrio, el terrenal, que apela a las cuestiones del corazón y no a la billetera y lujos, para conquistar a la famosa modelo que dispone de varios candidatos. Pero lógicamente en la Lepra saben que tendrán a su favor el aparato aportado por la AFA: Claudio Tapia, quien supo ganarse la confianza de Messi a lo largo de los últimos años con gestos íntimos que solo ellos conocen, tiene muy claro que enfrente suyo está la posibilidad histórica de contar con el mejor jugador de todos los tiempos (o, como mínimo, desde 1997 por el retiro de Maradona hasta hoy).
Para el Chiqui es win-win, porque lógicamente la presencia de Messi en el fútbol argentino dispararía las acciones de la Liga Profesional por las nubes e imantaría una cantidad estratosférica de contratos publicitarios e inversiones, pero en el plano personal también se jugaría una carta importante: quedaría para la posteridad como el hombre que fue presidente de la Asociación del Fútbol Argentino durante la estadía de Lionel Messi como jugador del campeonato local. Esta aspiración casi le representaría una estrella dorada más como la que se bordó con el campeonato mundial en Doha hace poco más de dos meses.
Tras la conquista de Argentina en Qatar, Chiqui Tapia sueña con que Messi desembarque en el fútbol argentino (REUTERS/Hannah Mckay)El runrún alrededor de Messi ya se inició y por lo bajo se habla de allanarle el camino y suavizar el abrupto cambio del fútbol europeo al argentino con varias cuestiones. Desde el armado de un fixture para Newell’s que contemple su presencia en condición de visitante contra los equipos más grandes y que, por ende, cuentan con mejores estadios y aforos (los cinco grandes, Vélez, Huracán, Santiago del Estero, Mendoza, Mar del Plata y Córdoba, entre otros), hasta la organización en los desplazamientos con seguridad privada para su comodidad.
Uno de los temas que más le preocupaba a Messi antes de ser campeón mundial era la recepción que tendría en cada cancha como visitante. De un tiempo a esta parte, las mismísimas hinchadas de Boca y River le dedicaron banderas de apoyo y puede darse por sentado que sería ovacionado pese a llevar otros colores. El único escenario en el que Messi podría sentirse incómodo es justamente en su ciudad, específicamente en el Gigante de Arroyito. Si permaneciera un semestre en Newell’s, el calendario marcaría que el clásico sería en el Coloso.
Por otra parte, desde la Conmebol están pendientes y expectantes sobre la presunta vuelta de Messi al fútbol argentino. Alejandro Domínguez, presidente del ente que rige al fútbol sudamericano, está deseoso de verlo competir a lo largo y ancho del continente con la camiseta rojinegra en una Copa Libertadores o Sudamericana. Los premios e incentivos económicos de las dos competiciones por excelencia crecerían exponencialmente con la mera inscripción de Messi en una lista de buena fe.
El sueño que Lionel Messi persigue desde chico está hoy más latente que nunca. Una de las llaves para su concreción será el partido que Maxi Rodríguez organizará en Newell’s. El Coloso lo espera para el picado de fin de temporada y, a futuro, para aplaudirlo cada fin de semana.
Fuente: Infobae
