Pablo Agustín Rodríguez, un adolescente de 17 años, desapareció hace una semana en el río Paraná en la zona de Pueblo Esther y sus familiares, que viven y trabajan desde hace generaciones de la pesca, no solo lo buscan con desesperación sino que sospechan que pudo haber sido víctima de un asesinato no investigado.
“El motor de la lancha estaba en punto muerto, o sea que no estaba navegando ni se cayó o le apareció algún tronco. Además, las redes estaban tiradas en el río, no se pudo haber enganchado”, detalla Pablo Enrique, el papá del joven, también pescador y de 40 años.
Padre e hijo estaban amenazados de muerte por otra persona de la zona, que el hombre define como un “delincuente pesado”. Hace un año fueron atacados y golpeados. “Se me subieron al bote cuatro o cinco para pegarme y también a mi hijo que estaba en la orilla, le dieron con palos y remos mientras otros gritaban 'mátenlo, mátenlo'”, recordó.
Por todo eso, el papá del chico desaparecido hace una semana en el río no cree que se trate de una accidente sino que, sospecha, a su hijo lo mataron. “Nadie investiga nada, nadie interroga a nadie, no vemos movimientos. Dicen que no hubo testigos pero es una zona donde hay muchos pescadores”, agrega.
Desde Fiscalía aseguraron que el relevamiento de pistas en la embarcación del chico no detectó signos de violencia, no descartan hipótesis de lo ocurrido y priorizan la búsqueda del paradero.