Omar tiene pelo canoso, mide 1,70, es robusto y tiene una cicatriz en la panza. La última vez que salió de su casa, el sábado por la mañana, llevaba una remera negra, una bermuda de jean y unas zapatillas vans.
Su hijo Gabriel contó que Omar salió a repartir unos folletos de remisería y que sus compañeros de trabajo, que desconocían su condición, lo dejaron en zona sur. “Él no se iría solo a Villa Gobernador Gálvez, y ellos no saben de la enfermedad de mi papá”, dijo.
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Gabriel explicó que su padre tiene problemas de salud mental y que necesita tomar pastillas para estar tranquilo. “No es una persona agresiva y es dócil”, aseguró.
Además, informó que creó un grupo de WhatsApp para los que quieran colaborar en la búsqueda.