Pablo Jerez finalmente dejará el fútbol de manera prematura a lo que tenía pensado, pero lo hace porque recibió una gran noticia. El exjugador de Boca contó el pasado viernes en Sportia que, mientras estaba en el Xeneize, nació su hija Zoe con muchísimos problemas. "Tuvo meningitis, que le produjo hidrocefalia y una gran infección. Nos dijeron que iba a quedar postrada en una cama, en estado vegetativo", describió aquella vez. Su principal preocupación pasaba porque, con 34 años, el retiro estaba cerca. "El gremio sólo acapara a los futbolistas activos. Se nos va a venir una jodida. Estamos viendo la posibilidad de seguir involucrados a alguna obra social, pero es difícil porque no la toman a Zoe, tiene de base muchísimos problemas", agregó.
Hoy su carrera llegó a su fin, tal vez antes de los esperado, pero el motivo es noble. Jerez tuvo una entrevista de trabajo en una constructora y, de ahora en más, trabajará allí. Zoe tendrá su obra social y podrá ser tratada como corresponde. El ya exfutbolista, con pasado en Boca, Colón, Tigre, Huracán, Olimpo, Camioneros, San Martín de Burzaco y Deportivo Merlo, terminó su experiencia como profesional en Midland.