La situación económica apremia a los clubes de barrio por estos días y Unión Santo Tomé no es la excepción. Por el contrario, vive en primera persona dificultades que se acrecentan particularmente a la hora de solventar los gastos que demandan su actividad diaria.
El ejemplo más inmediato de esto es la deuda que debe saldar con la empresa proveedora del servicio de gas natural, un insumo básico -entre otras cosas- para el funcionamiento de la pileta climatizada que es motor económico de la institución.
Las últimas dos facturas de ese servicio que recibió Unión Santo Tomé ascienden a $215.000. Según detalló su presidente, Néstor Lenarduzzi, a dicho monto se llega por una primera boleta de 105.000 y una más de 110.000.
Hasta el momento el club sólo pudo afrontar una fracción de la primera y necesitan abonar cerca de 75.000 pesos para evitar un corte en el suministro del servicio que podría generar consecuencias graves para el quehacer diario de la entidad.