Al final del último trimestre de 2019, la tasa de desocupación se ubicó en el 8,9 por ciento sobre el total de la Población Económicamente Activa (PEA). La cifra bajó 0,2 por ciento respecto a igual período de 2018, aunque aumentaron otras formas de presión sobre el mercado de trabajo de acuerdo a lo informado este jueves por el INDEC.
Si se segmenta a la población por sexo y edad, los datos arrojados por el instituto oficial de estadísticas públicas mostraron que la tasa más alta de desocupación la tienen las mujeres de entre 14 y 29 años, ya que el 18,9 por ciento de esta población no logra conseguir empleo.
Según INDEC, el 36,9 por ciento de los desocupados lleva más de un año de búsqueda, el 20,3 por ciento lleva de 1 a 3 meses y el 15,6 por ciento, de 3 a 6 meses.
En cuanto a los ocupados, el porcentaje de aquellos que trabajan pero demandan más empleo trepó al 19 por ciento, cuando al cierre del año pasado se había ubicado en el 17,3 por ciento. Paralelamente, la porción de subocupados (aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales de manera involuntaria) ascendió al 13,1 por ciento contra un 12 por ciento que se había registrado en 2018.
Por su parte, la tasa de empleo pasó del 42,2 al 43 por ciento sobre la población total de Argentina durante el último año. Sin embargo, el informe exhibió que dentro de esta masa de trabajadores aumentó la participación de los cuentapropistas en detrimento de los asalariados y, al mismo tiempo, dentro de los asalariados ganaron terreno aquellos que no tienen descuento jubilatorio.
Adicionalmente, también aumentó la participación de los ocupados con alto nivel educativo y con calificación profesional y técnica mientras que casi el 40 por ciento se concentró en tres ramas de actividad: el 18,2 por ciento en comercio, el 10,9 por ciento en industria manufacturera y el 10,5 por ciento en actividades de servicio financieros, de alquiler y empresariales.
La precarización del mercado de trabajo también fue caricaturizada por el Ministerio de Trabajo a comienzos de este mes. Según dicha dependencia del Estado, en 2019 se perdieron 237.000 empleos registrados privados mientras que aumentaron 181.000 los empleos de monotributistas y estatales.
En el mismo sentido, la Unión Industrial Argentina (UIA) indicó que en la industria se perdieron 125.000 empleos en 2019, con el sector textil y el de alimentos concentrando la mayor cantidad de bajas.
