Las ventas de las empresas comerciales y de servicios cayeron un 64,3 por ciento en promedio desde el inicio del aislamiento por coronavirus y 90 por ciento de esas compañías se encuentra sin operaciones o parcialmente operativa, de acuerdo con un relevamiento realizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
Del relevamiento surgió que 52,9 por ciento están sin operaciones, un 39,1 por ciento parcialmente operativa y sólo 8 por ciento completamente operativa; mientras que en el 92 por ciento de los casos cayeron las ventas y, en promedio, la merma fue de 64,3 por ciento desde el inicio de la cuarentena.
En este contexto, 57,2 por ciento de las empresas realizó el pago íntegro de sueldos de marzo, 28,65 por ciento hizo un pago parcial y 14,1 por ciento no cumplió con esa obligación. El 36,2 por ciento de las empresas relevadas cree que en mayo no podrá pagar el sueldo; 24,6 por ciento estima que pagará íntegramente; y 39,1 por ciento pagará parcialmente.
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En cuanto a las medidas de asistencia lanzadas por el Gobierno en materia laboral, un 70,7 por ciento señaló que no está utilizando ninguna, mientras 22,5 por ciento está accediendo a reducción de aportes patronales, 4 por ciento a los Repro y 2,2 por ciento a asignación compensatoria.
Un 21,7 por ciento de las empresas pudo acceder a la línea de crédito bancaria con tasa del 24 por ciento anual, pero el resto no alcanza la calificación crediticia / garantía, no pudo comunicarse con la entidad bancaria o se les solicitó un trámite presencial.
Acerca de las ventas por Internet, un 30,8 por ciento ya las realizaba desde antes del inicio de las restricciones; 15,6 por ciento implementó esta modalidad a partir de entonces; y la mayoría, un 53,6 por ciento no vende online.
Por último, la CAC consultó a las empresas acerca de las principales medidas que debería implementar el Estado (en sus niveles nacional, provincial y municipal) para aliviar las dificultades de las empresas.
Los principales puntos señalados, antes de las últimas medidas oficiales, fueron: mayores reducciones impositivas; reforzar la asistencia estatal para solventar el pago de salarios y contribuciones patronales; permitir paulatinamente el funcionamiento de nuevos rubros de actividad; dinamizar desembolsos en el caso de empresas proveedoras del Estado; y brindar mayores facilidades crediticias.
