El viernes se conoció que el Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos registró un alza del 8,6 por ciento interanual, por arriba de la expectativa del 8,3 por ciento. Estos datos profundizaron la ola de ventas no se detiene y Wall Street volvió a desplomarse en el inicio de esta semana.
La aceleración de la inflación llevó a los inversores a adoptar una postura de mayor cautela, ya que prevén que la Reserva Federal (Fed) debería tornarse aún más contractiva hacia adelante.
Los principales sectores del S&P registraban fuertes descensos, con la energía, el consumo discrecional y la tecnología liderando las caídas. El sector financiero cedía un 2%, mientras que los bancos restaban un 1,8%.
Las bolsas europeas, por su parte, abrieron mayoritariamente en rojo. La bolsa de París pierde +2%, la de Milán y el índice de referencia Eurostoxx 50 un 2,3%. Londres también baja 1,77% tras la publicación de una caída del 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB) británico en abril por segundo mes consecutivo.
Arranca una semana clave, con la reunión del Comité de Política Monetaria (FOMC) de la Fed y su decisión de tasas el miércoles.