En este tiempo tan particular que estamos atravesando con la pelota parada y la “Pandemia” como protagonista, siempre es bueno mirar el almanaque y revisar los hechos y acontecimiento que marcaron en sus 98 años de la historia de la Liga Rafaelina de Fútbol entre clubes, jugadores, técnicos, árbitros, dirigentes y grande personas que le dieron ese aporte para que, entre todos se jerarquice la actual entidad madre del popular deporte rafaelino.
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Sin Mordaza hace un merecido reconocimiento a este colaborador incansable como Héctor Moscardo –fecha de nacimiento 11 de octubre de 1938 y próximo a cumplir 82 años- y dar a conocer en sus próximas entregas este tipo de notas que marcan una huella ineludible a la hora de hablar de lo que pasa y sucede en nuestro fútbol.
-¿Cómo nace tu amor y llega a Ferro?
-Ya de joven uno se fue acercando al club y a los 16 años jugaba en la Cuarta División- más conocida como Reserva-. Luego llegó el momento de realizar el Servicio Militar Obligatorio que, por el número de sorteo 794 lo iba a realizar en Rafaela –en ese entonces funcionaba un Distrito local- y que, desde el 800 en adelante tocaba Aeronáutica. Bueno, se fueron bajando algunos sorteados y me avisan que tengo que realizar y cumplir con la Ley y me traslado a la Base Aérea de El Palomar –Buenos Aires- (1959) del cual guardo los mejores recuerdos y en especial al Comandante Mayor Corvalán. Los fines de semana cuando nos daban franco –jornada libre- tenía a una persona como Udemar Parola que vivía en Olivos y me permitió alojarme en su casa y pude conocer todas las canchas de la Primera División de AFA y Primera B Metropolitana. El hecho de tener el uniforme militar podía viajar sin cargo en el transporte público y solamente se pagaba el seguro de espectador. Sin dudas, un tiempo grato y el ver la otra parte del fútbol argentino.
-¿Qué te llevó a ser formador y técnico de las Inferiores de Ferro?
-Estando ya en Rafaela y en 1961 uno veía que las Inferiores del club no estaban bien y si bien no había posibilidades económicas para grandes cambios y traer jugadores de afuera me puse al frente y empezamos junto a un grupo de dirigentes armar las categorías. Sabíamos que estábamos en desventaja con otros clubes que tenían una estructura mucho mejor. Ese año y para alegría todo Ferro salimos campeones en Quinta División y un acontecimiento que marcó durante 10 años sumar títulos y formar el semillero “rojo” para abastecer a la Primera División….
-Se dice que tenías una modalidad de “captador de talentos” muy especial…
-Sí y con todo orgullo con mi moto “Gilera” recorría los diferentes campitos de la ciudad y si veía algún jugador interesante lo invitaba a jugar en Ferro –luego se fichaba- y así fuimos mejorando las categorías Inferiores y dar ese salto que, de un club “chico” pero lleno de pasión y amor por la camiseta. Uno trataba de dar lo mejor sabiendo que solamente había una sola pelota y que la ropa deportiva –pantalones, botines y medias- se iban pasando de una División a otro para poder jugar. Son cosas que, es difícil de olvidar y a la vez la satisfacción que dentro de la cancha uno exigía resultados y afuera el trato era como ser mis hijos. Hoy en la actualidad me paran y me siguen saludando siendo el tesoro más grande de una persona…
-En ese tiempo Ferro además de sumar títulos en Inferiores realizar dos ventas importantes. ¿Cuáles fueron?
-Sin dudas que, ambas ventas representaron mucho para el club y el trabajo de nosotros. La primera tiene al defensor Juan Domingo Antonio “El Burro” Rocchia –reconocida trayectoria nacional- y su llegada a Racing Club de Avellaneda que, pagaron 2 millones de pesos –cuatro documentos de 500 mil pesos- y que también estaba interesado Colón de Santa Fe en la persona de Arturo Brega. Mi relación con el técnico José Santiago de Racing hizo posible su llegada en 1968 y la aprobación de la Comisión Directiva que, con ese dinero se construyó el bar-comedor, secretaría y los vestuarios nuevos. Además, se afianzó la relaciones entre los clubes ya que el intercambio era interesante para ambos y varios chicos de Rafaela viajaban a Buenos Aires como en el caso de Juan Carlos “Pelusa” Chizzini que, casi estuvo a punto de quedarse.
-¿Y la otra venta?
-El otro jugador que saltó al fútbol grande fue el mediocampista Deolindo Caffaratti en 1969 al club San Lorenzo de Almagro de Buenos Aires y que con su venta se pudo realizar más obras como la reconocida pista bailable en las institución y la vez agradezco la amistad entablada con el técnico Nito Veiga y el dirigente Armando Capriotti que, se fijaron en este club de Rafaela y por varios años establecimos contactos permanentes…
-Se decía que Ferro era la sucursal de los jugadores de la localidad de Lehmann. ¿Es un dicho o era cierto?
-Era así. En aquellos tiempos en la esquina de la Ruta Nacional 34 y Bv. Roca paraba el colectivo y muchos chicos de la región venían a practicar y con el tiempo fueron parte importante en las competencias Liguistas. Los ejemplos fueron el recordado arquero Ricardo “Caio” Marino, el delantero Hugo “El Flaco” Riberi y el habilidoso Ricardo “Gato” Alesiatto entre otros que, transcendieron y siendo reconocidas figuras de la Liga Rafaelina de Fútbol.
-De los partidos de Inferiores Liguista en esa década se hizo un “clásico” con Argentino Quilmes. ¿Es así?
-Sí, es verdad. Cada vez que se enfrentaban Ferro y Quilmes se jugaba con mucho acompañamiento de público de ambas parcialidades y sin dudas eran partidos y definiciones inolvidables. Vale la pena remarcar un gran técnico como Osvaldo Marconi en el club “cervercero”.
-¿Cómo se formaba tu cuerpo técnico?
-Muy simple. Con un colaborador para ir preparando a la categoría para el próximo partido y en personal me encargaba de realizar las planillas de todos los partidos de la jornada. Si bien contaba con un buen acompañamiento de padres todo marchaba muy bien.
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-Hay una particularidad con el reconocido arquero Juan Carlos “El Oreja” Piccard. ¿Es así?
-Como te contaba, anteriormente a la nueva reglamentación un chico podía jugar dos partidos en la jornada. Al principio al no tener un plantel completo en cada Divisional formaban parte de dos categorías. En el caso del reconocido arquero Piccard en Sexta lo utilizaba como delantero y en Quinta era cuidapalos.
-Por último. ¿Qué dirigentes destacas en Ferro?
-Como te decía al ser un club de barrio siempre se ha contado con buenos dirigentes que, tanto hacían por la institución. En esa época no me quiero olvidar en esos 10 años dirigiendo a Emilio Ricca, Ramón Mansilla, Ismael Toriano, Atilio Ferrero y Elvio Imfeld que, entre otros me brindaron su generosidad y las ganas de dedicarme a lo que más quería. Me Ferro me dio mucho y forma parte de un paso importante en mi vida….
Una estadística impresionante
A la hora de destacar los 10 años de Héctor Moscardo al frente como entrenador de las Divisiones Inferiores de Ferro de Rafaela arrojan estos números oficiales de la Liga Rafaelina de Fútbol arroja que, sumando todas las categorías disputó 168 partidos de los cuales: 132 ganados, 25 empatados y 7 perdidos. Tendiendo una efectividad del 97 % de los puntos en juego. Además, 7 años consecutivos campeón en Quinta y Séptima División.
Agradecimiento
En otro pasaje de la interesante entrevista y repaso de acontecimiento de su vida y desempeño en la entidad de barrio Los Nogales agregó: “en esto tengo que agradecer el acompañamiento incondicional de mi esposa Ana María Walter y mis hijos Horacio y Mariela que me han dado 5 nietos varones –Facundo, Jerónimo, Tomás, Pedro y Simón- y junto a Paula Goddio y Nicolás Gómez Díaz forman parte de esta gran familia que, me llena de satisfacciones…”.
Por Guillermo Bersano para Sin Mordaza