La planta Ar Zinc cerró en 2016 y dejó a 400 empleados en la calle en Fray Luis Beltrán. Más allá del perjuicio económico, existe una preocupación por los daños ambientales, ya que vecinos y ex empleados de la fábrica aseguraron que el agua y las napas están contaminadas con arsénico, plomo y cadmio, elementos con los que allí se trabajaba y aún se encuentran enterrados debajo de las 50 hectáreas que ocupa la firma entre la ruta nacional 11 y el río Paraná.
Desde la década del 50 y hasta 2005, la empresa formó parte del grupo Bunge & Born bajo el nombre de Sulfacid. Luego pasó a manos de la empresa Glencore hasta 2016, cuando cesó su actividad tras una avería registrada en noviembre de 2015 en uno de sus hornos, que se encargaba de fabricar lingotes de zinc electrolítico y ácido sulfúrico. Era la única planta en el país que hacía ese tipo de tratamientos químicos.
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Desde entonces los reclamos ambientales por la alta tasa de contaminación y enfermedades terminales en el esa zona del Cordón industrial se multiplicaron. "Tuvimos problemas de salud de compañeros que se contaminaron con arsénico, plomo y cadmio. Todo esto controlado por nuestros médicos y con documentación fidedigna. Nunca hicieron controles como tenían que hacer, porque no nos olvidemos que todo esto tiene que ver con el poder económico. Nosotros no trabajamos con dulce de leche, son todos productos químicos de alta toxicidad", precisó Daniel Santillán, titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química.
Santillán recordó los reclamos que elevaban ante los casos de cáncer en empleados de la firma. "Nos decían que éramos los zurdos del Cordón industrial, pero teníamos 47 compañeros muertos por cáncer. Y quien diga que un producto químico no contamina está mintiendo", sentenció.
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En tal sentido, el gremialista apuntó que "Petroquímica Bermúdez tiene parte de su basura tóxica enterrada en el predio. Lo mismo pasa con otras empresas del rubro, de modo que cuando se quiere realizar un proyecto inmobiliario a la vera del río es como comprarse una muerte en cuotas por la contaminación que hay en las napas".
Noelia, una vecina de la planta ubicada entre la ruta naciona 11 y el río Paraná, recordó que empezaron a tener problemas con el consumo de agua. "El agua no hacía jabón, se cortaba sola y no se podía consumir porque la tierra y las napas están contaminadas; tampoco podíamos dejar nada afuera cuando cambiaba el viento porque se contaminaba de ácido". Y abundó que al momento de hacerse un análisis de sangre "contenía arsénico".
Con información de La Capital