Julieta Vallones envió una carta a varios medios periodísticos, en donde denunció que su abuelo tenía COVID-19, murió y los médicos se olvidaron de avisarles.
En el escrito, la joven contó: "Nuestro abuelo falleció el viernes 23 de Octubre a las 6.30 de la mañana, nos enteramos el sábado 24 de Octubre al mediodía después de llamar insistentemente al 107,147 y al HOSPITAL JAIME FERRE, para conocer el parte médico".
"Nos dijeron en dos ocasiones que el médico estaba ocupado! y 30 horas después del fallecimiento se comunicó la Dra Guerrero, jefa de internación. La respuesta fue que <se olvidaron de avisarnos que murió>", agregó.
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Sin embargo, según admitió Julieta, este triste episodio fue solo el final de varios días "de sufrimiento" para toda la familia.
Sobre ello detalló: "Nuestra tragedia comenzó el día jueves 8 de octubre, cuando nuestros abuelos, (abuelo Roge de 81 años, quien sufría Parkinson rígido, una enfermedad difícil y dura de sobrellevar y abuela Betty de 78 años, con algunas cuestiones de salud también complicadas), les avisaron a sus hijas que estaban con tos y ellas, automáticamente, comenzaron a hacerles un seguimiento diario, por miedo a que tengan COVID. Como era de esperarse, los aislaron. Les dijeron que no los iban a hisopar, que contaban como positivos y que durante 14 días debían quedarse solos, ya que si alguien entraba a la casa, tenia que quedarse en aislamiento con ellos. Desde este momento comenzó nuestra odisea por conseguir ayuda (...)".
Además, añadió que "como dijimos antes, nuestro abuelo tenia Parkinson rígido (enfermedad que afecto su movilidad, sobre todo sus piernas). Entre martes y miércoles, nuestro abuelo Roge se cayó 4 veces. Con cada caída, estuvo tirado en el piso, a la espera de ayuda, durante una hora. (...)".
"Sus nietos intentamos comunicarnos con médicos y enfermeros pero las respuestas eran siempre las mismas: llama al 107; no se los va a hisopar; estamos desbordados. Y obvio, en ningún momento contaron con el famoso seguimiento del 107. Luego de buscar durante un día y medio (del viernes al sabado) y hablar con unos 40 enfermeros/as que contactamos para que los controlen y asistan, conseguimos un enfermero con VOCACIÓN, que nos ayudó e hizo todo lo que estuvo a su alcancé por nuestros abuelos. Los fue a ver por primera vez el sábado a la tarde y apenas salió nos dijo: Necesitan asistencia médica. El abuelo tiene muy mal sus signos vitales", sumó al relato.
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En el tramo final de la carta, la joven contó: "Al 4to día de estar internado, día jueves, nos llamaron para decirnos que le quedaban horas de vida y que tengamos paciencia que ellos nos iban a llamar ante cualquier cosa". Sin embargó, Julieta afirmó que "el día de su fallecimiento, el viernes, publicaron en las noticias la muerte de un adulto mayor, sin nombre, de 81 años. Es decir que avisaron a las noticias!, Pero no a su familia".
"Nosotros leímos la nota, tanto el viernes como el sábado... ¿Como podríamos imaginar que era nuestro abuelo que nos esperaba hacía un día y medio muerto?. ¿Porqué nuestro abuelo no recibió plasma? ¿Porqué no recibió ibuprofeno inhalado?. ¿Porqué se olvidaron de su muerte durante un día y medio?. ¿Quién fue el responsable de este gravísimo error que no nos permitió despedirlo cómo el merecía?. ¡Queremos respuestas!.", culminó el escrito que difundió Julieta Vallones.