La Justicia Federal continuará con la investigación a la fiscal Cristina Ferraro puesto que se sospecha que encubrió posibles delitos federales vinculados con intermediaciones financieras ilegales.
En ese sentido, el magistrado Marcelo Bailaque, que subroga la vacante en el juzgado federal Nro. 2 de Santa Fe rechazó el pedido del abogado de Ferraro, Néstor Oroño, quien había solicitado la incompetencia del fuero federal, la investigación “post mortem” y por ende a su defendida.
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Cueva financiera
Cabe recordar que la teoría del fiscal federal presentada en un dictamen firmado hace tres meses trabaja la hipótesis en la cual el rol del empresario Hugo Oldani – asesinado el 11 de febrero- trascendía la de mero operador turístico y se dedicaba – también- a la intermediación de dinero en distintos volúmenes, desde “cambio chico” hasta operaciones más grandes. Se apuntó a la fiscal Ferraro de no haber cuidado la escena del crimen, de donde familiares del asesinado retiraron enormes cantidades de dinero – se estima que poco más de un millón de dólares y tres millones de pesos – a las pocas horas de producirse el crimen.
Para Oroño, “no se puede investigar a Oldani post mortem” y por ende no se puede endilgar a su defendida el delito de encubrimiento. “Oldani no fue investigado en vida por este delito –el de intermediación financiera no autorizada- . Rodríguez rechazó el planteo con el argumento que “ se parte de una visión errónea, no se refiere a la existencia o no de un delito previo, sino a la ausencia de un trámite investigativo en curso durante el contexto temporal del fallecimiento de Oldani, obviamente, distinto al originado como consecuencia del homicidio”.
Más que operador turístico
"Oldani se dedicó cuanto menos a la compra y venta de dólares, realizando transacciones de cambio chico con el dinero que tenía en un morral. Es el mismo morral que desapareció en el momento del disparo" que acabó con la vida del empresario, dijo en su momento en fiscal federal.
"Ahora conocemos que Oldani celebraba operaciones de envergadura con empresarios o personas acaudaladas, provenientes de otras provincias y del norte de Santa Fe", indicó.
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El fiscal federal hizo referencia a distintos testimonios sobre personas que llegaban en automotores y estacionaban en dársenas internas de una playa de estacionamiento ubicada frente a la Galería Rivadavia. "Conducían sujetos no identificados que bajaban con cajas de cartón, ingresaban a la oficina de Oldani y salían con las mismas cajas hacia sus autos", explica. Según otros testimonios, "Virginia Oldani se dedicaba a las operaciones turísticas y a operaciones de cambio de poca cantidad de divisas. Hugo Oldani era el responsable de las tareas con montos que exceden el giro comercial real de la empresa".
