Desconocidos atacaron a balazos una vivienda familiar de barrio Larrea, no sin antes dejar una carta amenazante dirigida al jefe narco Esteban Alvarado, condenado y preso en la cárcel de Piñero por tráfico y comercialización de drogas.
El hecho ocurrió en calle Pirayú al 1200 bis alrededor de las 6.30. La dueña del domicilio se encontraba en el interior del inmueble cuando escuchó una ráfaga de estruendos. Efectivos policiales comprobaron nueve impactos de bala en el protón de la casa y otros tres en un auto estacionado en la puerta.
La grabación de las cámaras de seguridad apostadas en la fachada de la vivienda, registraron el arribo de una moto de 110 con dos hombres a bordo y el rostro cubierto por sus cascos.
Uno de ellos se bajó del rodado y luego de una breve vacilación, arrojó a la vereda con una mano el papel con la intimidación destinada a Alvarado, y con la otra disparó contra el portón de chapa.
"Esteban Alvarado, dejá de batir la cana. Estás entregando a los pibes. Date cuenta que ya no jugás más acá. La próxima, aguantátela", fue la leyenda que dejaron los pistoleros.
Romina, la dueña de la casa baleada, afirmó que su familia "no tiene nada que ver con Alvarado, son los vecinos de enfrente, a los que yo ya denuncié y hago responsables si nos pasa algo a nosotros o a mis hijos", destacó la mujer.
"Nosotros somo laburantes, no tenemos nada que ver pero estamos cansados; las balas eran para los de acá en frente". Según contó, allí vive el ex suegro de Alvarado y no es la primera vez que atacan el lugar a balazos.
Romina manifestó que su marido trabaja de mecánico y que ella lo ayuda en el taller. "Mis hijos son chiquitos, tienen 7, 3 y 9 años y tienen que vivir encerrados. Llamé a la policía a las 6.39 y llegaron a los 8.30. Encima me tengo que aguantar que ellos (la familia de Alvarado) me amenace. Me dijeron que me calle la boca, que soy una negra de mierda. Yo laburo todo el día para darle mejor educación a mi hijo. Mi marido es mecánico y yo lo ayudo en el taller", agregó.
Fuentes de la investigación indicaron que esta balacera fue para un grupo conectado a Alvarado, pero erraron el objetivo. Los primeros indicios señalan que el ataque estaba direccionado al suegro de Alvarado, un hombre que maneja una pequeña verdulería ubicada justo en frente de la casa de Romina.