El joven que mató a su cuñado, quien ejercía violencia de género contra su hermana, fue liberado. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) dispuso que el muchacho imputado por homicidio simple con exceso en la legítima defensa deberá presentarse cada 15 días en el edificio del Centro de Justicia Penal para firmar y fijar un domicilio.
Este martes, la fiscal Marisol Fabbro de la Unidad de Homicidios Dolosos imputó el hecho ocurrido el 5 de diciembre pasado, a las 20 aproximadamente en Viamonte al 7100 de Rosario.
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Según sostiene el joven, llegó a su domicilio y vio que su madre estaba siendo agredida verbal y físicamente por su cuñado Miguel Adrián Rementeria, a raíz de problemas intrafamiliares. En ese momento, con la intención de salir en defensa de la mujer, el imputado lo sacó hacia el palier del edificio, lugar donde se trenzaron a golpes de puño.
Rementeria tomó una piedra y se la arrojó al joven quien le devolvió el piedrazo que le impactó en zona de la nuca a su agresor. Este se cayó en el lugar y, de acuerdo a la teoría del caso, le siguió pegando, excediéndose en los límites de la justificación de la conducta impuestos por la ley, la autoridad o la necesidad.
Luego vecinos del lugar llamaron a la Central 911, personal policial del Comando Radioeléctrico se hizo presente y procedió a su detención. Un móvil del Sies constató el fallecimiento de Miguel Rementeria.
Violencia de género
Roxana, la hermana del joven que fue liberado, confesó ayer que Miguel Rementeria era violento con ella y su familia. “Frente a mis hijos agarraba cuchillos, me amenazaba, me sacaba al nene, me empujaba. Si estaba acostada, él venía, me levantaba de la cama y me pegaba”, señaló en diálogo con la prensa.
Además, la joven reveló que el hombre le daba de tomar alcohol a su hijo de 2 años. “Aguantaba, le tenía terror, porque yo vivía el calvario y el sufrimiento de la puerta para adentro”, añadió.