Según los últimos informes del Indec, divulgados hoy, la actividad de la construcción creció 6,2% interanual y 7,2% con respecto al mes anterior; mientas que la industria tuvo una expansión de 4,5% interanual y 3,5% con relación a octubre.
La buena performance de la construcción está explicada por dos razones principales: los costos están en niveles históricamente bajos en relación con el dólar y, en una economía con cepo cambiario y tasas de interés por debajo de la inflación y de la expectativa de devaluación, construir se torna en una buena alternativa de inversión. Además, se trata de una industria con poca incertidumbre relativa, ya que los precios de venta de los inmuebles están expresados en moneda extranjera.
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Los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción muestran, con relación a igual mes del año anterior, subas de 31,1% en placas de yeso; 29,9% en ladrillos huecos; 25,1% en cemento portland; 15,1% en pinturas para construcción; 11% en cales; 10,5% en artículos sanitarios de cerámica; 6,2% en pisos y revestimientos cerámicos; y 2,7% en hierro redondo y aceros para la construcción. Mientras tanto, se observan bajas de 31,5% en el resto de los insumos (grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); 19,6% en mosaicos graníticos y calcáreos; 15,4% en asfalto; 12,1% en yeso y 7,1% en hormigón elaborado.
En cuanto a la industria, si bien en el acumulado de los primeros 11 meses de 2020 hubo una caída de 8,6%, la buena noticia es que, a partir del dato de noviembre, la producción de bienes está mucho más cerca de los niveles previos a la pandemia. La mala noticia es que el sector de servicios sigue sin reactivarse.
Los categorías que tuvieron rendimientos positivos fueron: otros equipos, aparatos e instrumentos (30,9%); productos de metal, maquinaria y equipo (12,6%); automotores y otros equipos de transporte (12,1%), minerales no metálicos y metálicas básicas (7,7%), muebles y otras industrias manufactureras (5,2%); madera, papel, edición e impresión (4,8%), y alimentos, bebidas y tabaco (4,2%).
Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico, por su parte, no tuvo variación intermensual, mientras que el único sector que sufrió una contracción fue textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, con una caída de 14,4%.