Una fiesta clandestina durante Semana Santa provocó un rebrote de contagios sin precedentes en la localidad santafesina de Carlos Pellegrini en el Departamento San Martín. Mientras que, en el momento más álgido de la pandemia, la comuna registraba un máximo de cuatro infectados activos, actualmente la cifra llegó a 70.
Según explicó la presidenta comunal, Marina Bordigoni, los primeros infectados que se detectaron en el pueblo, tuvieron como denominador común, haber participado en un evento nocturno prohibido. Paulatinamente, las infecciones fueron multiplicándose debido a las características propias del lugar, por lo que, a la fecha, los enfermos abarcarían tanto a jóvenes como adultos.
Con un SAMCO sin unidad para terapia intensiva, cualquier complicación exigiría la derivación a San Jorge o el Trébol, situación que motivó la preocupación de las autoridades. Por fortuna, ningún infectado requirió hospitalización, a excepción de una mujer mayor que debió ser derivada a Rosario.
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“Los primeros contagios se dieron en los jóvenes y se propagaron con una rapidez increíble. Lo que pedimos es tener lugares cuidados para los jóvenes, porque las fiestas clandestinas no las podemos controlar”, dijo la presidenta comunal en diálogo con Sin Mordaza, quien agregó que el pueblo cuenta con solo dos policías por turno.
Asimismo, indicó que, debido al cierre de los bares y pubs a partir de la hora cero, “muchos continúan las reuniones en los caminos rurales, donde pueden observarse al día posterior, todas las botellas a la vera de la ruta”, cerró Bordigoni.
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