La teragnosis ha sido una de las protagonistas del mayor congreso anual dedicado al cáncer en el mundo, el de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), celebrado hasta este martes pasado por internet.
El término teragnosis es una combinación de dos palabras: terapia y diagnóstico. Con una misma molécula se puede diagnosticar y tratar la enfermedad. La estrategia, utilizada durante décadas contra el cáncer de tiroides, se está empleando ahora con resultados prometedores en otros tumores, como los neuroendocrinos y, sobre todo, el cáncer de próstata, el más frecuente en los hombres.
Según el Dr. José Luis Carreras, jefe de Medicina Nuclear en el Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, se trata de una pujante estrategia que funciona como un misil de precisión contra las células de algunos tipos de cáncer. Carreras habla de “resultados espectaculares” en determinados pacientes terminales.
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Resultados alentadores
El médico Michael Morris, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, en Nueva York, ha presentado en el congreso de ASCO los últimos resultados de la teragnosis contra el cáncer de próstata avanzado. La técnica consiste en utilizar una molécula con alta afinidad por la PSMA, que es una proteína que suele estar en grandes cantidades en las células del cáncer de próstata.
Para hacer el diagnóstico, esa molécula afín al PSMA se une a un elemento químico radiactivo, el galio-68, que brilla en una exploración con tomografía por emisión de positrones (PET). Para el tratamiento, la misma molécula se une a otro elemento químico, el lutecio-177, que emite una radiación local que mata a las células cancerosas. Es como disparar primero una flecha con una bombilla y después otra flecha con una pequeña carga explosiva.
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Para otros tipos de cáncer
Carreras cree que en los próximos años llegarán moléculas “para todo tipo de tumores”, como el Inhibidor de la Proteína de Activación de Fibroblastos (FAPI), afín a las células de diversas neoplasias malignas. “Casi todos los tumores tienen fibroblastos [un tipo de célula abundante en los tejidos fibrosos] revueltos con las células tumorales. Con el FAPI puedes enviar la radiación a los fibroblastos, pero, como el alcance de la radiación del lutecio-177 es de uno o dos milímetros, destruyes también las células tumorales. La ventaja del FAPI es que vale para cualquier tipo de tumor”, apunta Carreras. El médico matiza que todavía hay pocas pruebas de la eficacia terapéutica de esta estrategia, en parte por la escasa dosis de radiación alcanzada en las células tumorales.
La propia presidenta del congreso de ASCO, la oncóloga estadounidense Lori Pierce, ha celebrado los resultados de la teragnosis frente al cáncer de próstata avanzado. “El éxito de este tratamiento muestra la importancia de investigar alternativas a las terapias tradicionales contra el cáncer”, ha afirmado Pierce en un comunicado. Michael Morris, jefe del departamento de cáncer de próstata en el Sloan Kettering, ha sugerido directamente que las autoridades estudien la posibilidad de convertir el 177Lu-PSMA-617 en un nuevo tratamiento estándar para estos pacientes.
Fuente: DocSalud