La situación de bajante del Paraná está alcanzando niveles históricos y mucha preocupación. Especialistas ya advirtieron que el panorama no será muy alentador los meses que siguen.
Al respecto, el geólogo, docente de la Universidad Nacional del Litoral e investigador del Conicet, Carlos Ramonell, abonó esta teoría. "Tal como lo ha informado el Instituto Nacional del Agua, que procesa niveles hidrométricos y genera los pronósticos, continúa la profundización de la bajante, cosa que los que trabajábamos en el río lo manejábamos también. Sobre todo en el sentido de que, en términos estadísticos, en cada año lo más probable que ocurra es el estiaje en los meses de agosto y septiembre. Acá en el tramo medio la serie histórica muestra ese comportamiento".
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El problema es que se comienza a transitar el período de descenso natural del agua cuando ya se acumula una gran baja. "Empezamos a transitar en estos momentos la condición más profunda de la bajante que se irá atenuando a medida que ocurran las lluvias primaverales. Citando al mismo organismo las previsiones no son alentadoras, y el cuadro general tampoco, en el sentido de que, como lo he manifestado coloquialmente, hasta las rocas están secas en la cuenca. Con estos niveles más bajos que vamos a experimentar, va a necesitar de precipitaciones más abundantes que las ordinarias de un solo año".
Niveles cero en el río
Los niveles cero en el río, se tratan de una cuestión relacionada a las escalas hidrométricas. En la mayor parte de los casos, estas medidas se colocaron a principios del siglo pasado, considerando los registros sistemáticos del río en tiempos anteriores, durante la colonia. "Como se hacía en distintos ríos del mundo, se consultaba en cada localidad donde se ponía una escala qué recordaban ellos como nivel mínimo más frecuente de aguas bajas. Ahí se ubicaban los ceros de las escalas. Entonces los ceros miden niveles de la superficie de agua y no profundidades", explicó Ramonell a Cadena OH!
"Sabemos que anualmente en el eje Santa Fe - Paraná, como en muchas partes del tramo medio, la oscilación anual en un año normal, está en el orden de los 3,5 metros, eso es lo más frecuente", detalló.
Tomas de agua urbanas, agrícolas e industriales
Para el entrevistado, hay distintas situaciones a considerar de acuerdo a la localidad y no es bueno establecer generalizaciones. "Existen dos temas, uno podría diferenciar según las tomas ubicadas del cauce principal y las alejadas del cauce. Las que están cerca del cauce principal, no van a tener mayores problemas en la calidad de agua y a lo sumo el tema de la provisión del recurso dependerá de la capacidad de cada prestador del servicio de cambiar el nivel de las bombas. Eso no representa un mayor problema más allá del tiempo".
"Por el otro lado, las tomas más alejadas del cause principal, como la de Desvío Arijón o la de Santa Fe, están acusando el impacto de una mayor salinidad del agua. Porque en los ríos cuando hay una situación de bajante adquiere relevancia el aporte subterráneo, y eso junto a algunas aguas superficiales salobres, tienen esto de salinidad, que exige solamente un mayor tratamiento o uno diferente. Pero no habría problemas en cuanto a la cantidad de agua para suministro, más allá del uso racional que se debe hacer", destacó.
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Para Ramonell, "El panorama tiende a agravarse en los próximos meses. Todo lo que sea medidas de resguardo de este sistema son adecuadas, a nivel individual y colectivo, también administrativo territorial. El río Paraná no es sólo el humedal más extenso y más biodiverso de Argentina, sino también el más importante en términos socioeconómicos. En ese sentido uno debe cuidar lo que es valioso. Son oportunidades que hay que saber aprovechar", dijo por último.
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