Pocas horas después del cierre de los comicios, el tablero político santafesino no tardó en mover sus primeras piezas. El intendente de Rosario, Pablo Javkin, y uno de los triunfadores de estas elecciones, el intendente de Avellaneda y segundo en la fórmula para el senado nacional en Juntos por el Cambio, Dionisio Scarpín, se retrataron juntos, hecho que reflotó la vieja idea de crear frentes nuevos y más amplios.
"Scarpín es un intendente del Frente Progresista que ganó a nivel local, y a nivel nacional fue electo senador por Juntos por le Cambio. Esto demuestra que hay que crear cosas nuevas. También ayer la gente dejó un mensaje: dennos herramientas que puedan agrupar de mejor manera la representación, y la posibilidad de recuperar la provincia y dar un nuevo espacio de gestión a nivel nacional dependerá de la humildad y la capacidad de construir experiencias nuevas, frentes nuevos, más amplios, más diversos, que sean capaces de recoger la experiencia de nuestro frente, pero capaz de estar abiertos. Es que si no no se puede gobernar en Argentina", sorprendió Javkin.
"Uno puede ganar una elección gritando, pero después no podés gobernar. Además hay que hacer valer más el peso del interior, armando un espacio de los que tenemos experiencia de gestión en el interior. Y sí, puede ser un espacio de acá a dos años", agregó el mandatario rosarino.
De hecho, Scarpín reconoció que hace tiempo mantiene contacto con Javkin, por lo que no descartó la posibilidad de crear un entramado político más amplio. “El mensaje de la gente es que hay que construir un frente opositor que permita ganar la provincia en 2023, y Pablo es el intendente de Rosario, es un factor importante para crear algo nuevo”, señaló.
Las elecciones de medio término terminaron por darle visibilidad a un intendente de Avellaneda cuyo despegue había comenzado hace tiempo con la defensa de Vicentin. En tanto, los comicios ubicaron a Javkin en el bando de los ganadores, pero la escasa diferencia con el Frente de Todos demostró que su hegemonía necesita de apoyos y consensos.
Además de repartir las bancas en el Congreso, las elecciones de medio término abrieron la carrera por la gobernación. En este marco, quedará por resolver cómo jugará el socialismo, que fue relegado a una tercera fuerza, pero que, su poder territorial y una masa firme de votantes, no lo alejan del terreno político.