El primer punto, clave para evitar un golpe de calor, es el horario. Lo recomendable es realizar los entrenamientos antes de las 9 de la mañana y después de las 19, alejándose lo más posible del mediodía, cuando el Sol está a pleno y prácticamente no hay reparos para evitar sus rayos.
Por otro lado, una buena idea es planificar la ruta antes de salir a trotar, con el objetivo de realizar el entrenamiento por lugares donde haya la mayor cantidad de sombra. Además, siempre colocarse protector solar teniendo en cuenta que nuestro cuerpo estará muy expuesto, aunque se trata de un trabajo que no dure más de una hora.
Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de trazar la ruta es la de seleccionar lugares transitados por si nos agarra un golpe de calor. Inclusive, no es mala idea que la misma sea cerca de nuestras casas, para poder retornar en cualquier momento y tenerla como punto estratégico para frenar unos minutos e hidratarnos de manera correcta (también consumir algún gel o frutos secos).
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La hidratación es fundamental, tal vez más que nunca. Antes, durante y después del entrenamiento es necesario ingerir agua o bebidas isotónicas. Una clave para darnos cuenta si estamos deshidratados es llegar a tener sed: de alcanza este punto, entonces no lo estamos haciendo correctamente.
Probablemente, sea el momento para invertir en algún tipo de equipamiento para hidratarnos durante el entrenamiento, más si tenemos en cuenta que hay que evitar bebederos, canillas o mangueras por el coronavirus. En el mercado la oferta es muy amplia, pero lo más popular son los cinturones (se pueden conseguir desde $1.150 en Mercado Libre), las mochilas (a partir de los $2.300) y chalecos (los precios arrancan en los $5.070).
Ropa clara y fresca
El último consejo es el de utilizar ropa técnica, fresca y respirable. Dentro de lo posible, la misma debe ser clara ya que los oscuros absorben más calor. De hecho, el blanco refleja el 100% de la luz, manteniendo la temperatura de la persona más baja.
Mucha gente se pone ropa un poco abrigada en estas época, como una campera deportiva, con el objetivo de sudar más y bajar de peso rápido. Se trata de un error muy peligroso ya que este tipo de prácticas lo único que hacen es deshidratar a la persona, en un breve lapso de tiempo, sin quemar ni una sola caloría extra.
Fuente: Ambito